Prólogo

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La mejor manera de describir a Seoyeon era —en sus palabras— común, nadie que valga la pena recordar. No se confundan, ella no se desprecia a sí misma o tiene baja autoestima, solo es realista. No destacaba particularmente en algo, pero tampoco era un fracaso. Siempre fue promedio, siempre estaba en un punto muerto, en prácticamente todo.
Su vida...no se quejaba, ha tenido cosas buenas y cosas malas, como cualquier otra persona. Entre las cosas buenas estaban su amorosa madre y su inquieta hermana menor, Chaeyeon; entre las malas, tal vez estaba su padre, realmente no estaba segura.
Nunca tuvo una buena relación con él, y no porque pelearan o algo así, simplemente es que nunca hubo una relación como tal. Las únicas veces en las que lo veía era cuando las llevaba a Chaeyeon y a ella a la escuela, el resto del tiempo estaba trabajando o con alguna amante. No sabría si describirlo como cariñoso, nunca las abrazaba o besaba, solo se despedía de ellas con una pequeña sonrisa y un "suerte". Si algo tenía que reconocer era que nunca fue un completo desobligado con ellas, económicamente hablando; nunca se quedaron sin comer y jamás pasaron frío.
Los únicos recuerdos desagradables que lo involucraban eran los festivales escolares que se organizaban para los padres, Chaeyeon de cinco años preguntando si su papá no las quería, y su mamá llorando sola en la habitación (después de enterarse de otra infidelidad).
Después del divorcio, y de que claramente su madre se quedara con la custodia de las dos menores, no volvió a verlo, hasta su funeral, un año después. Y se despidió de él con prisa, pues Jiyeon la había invitado a comer.
Le debía mucho a Suhyeon, desde el apoyo incondicional que le brindó durante su duelo (que mayormente consistía en salir y distraerse conversando de tonterías), hasta descubrir su gusto por las chicas, gracias a ella experimentó las sensaciones producidas por miradas de admiración y añoranza, los roces nerviosos de manos y tener las mejillas coloradas por minutos enteros.
Lástima que no hubieran podido llegar a nada, porque terminando el segundo año de secundaria, y tras la muerte del señor Yoon, la exesposa del difunto cambió a Seoyeon y Chaeyeon de escuela debido a lo lejos que esta estaba de su domicilio, la ausencia de un vehículo en posesión, y la falta de alguna persona que las pudiese llevar.
Se reencontró con Suhyeon durante el primer año de preparatoria, pero simplemente continuaron con su amistad.
La primera persona que conoció en la prepa fue Yooyeon, en su primer día, pero se hicieron (mejores) amigas luego de un tiempo gracias a un trabajo en equipo. Ella fue su primer beso, y salieron por unas semanas durante su segundo semestre, pero prefirieron quedar como amigas.
Y ahora estaba de vacaciones de verano, acababa de terminar el primer año. Apenas era su segunda semana de descanso y su mamá le había dado la noticia de que la había registrado en el campamento de verano que la escuela ofrecía. Era principalmente académico, pero también habían muchas actividades recreativas y sociales. Dudaba muchísimo que su madre la haya metido en ese embrollo por sus notas, siempre fue una alumna decente.
Escuchaba las burlas de su hermana, que bien sabía lo mal que le había sentado la noticia, pero la ignoró, decidida a escribirle a Yooyeon y rogarle para que fuera también al dichoso campamento.
Para su suerte, ella le respondió que sí iría, pues le habían solicitado ser tutora de los alumnos que necesitaran ayuda en asignaturas como matemáticas o química, y prácticamente su mamá también la había obligado a aceptar ir, para que con un poco de suerte pueda hacer más amigos.

Bueno, por lo menos no sufriría sola.

Lo que no sabía, era que conocería a alguien interesante.

Alguien que podría darle un giro de 23.5° a su mundo.



































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Perfiles

Yoon Seoyeon

Yoon Seoyeon

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