El sonido de motores alertan a las personas del pueblo, que se empezaban a reunir cerca a las vacías plataformas de aeronaves, y la sorpresa de aquellos que venían afuera de aquel mundo era grata en especial de los antiguos soldados de la UNSC se sintieron conmovidos al ver la nave que acababa de llegar.
- ¡Un pelican! - grita uno de ellos. - ¡Un maldito pelican!
Al descender el Pelican y aterrizar los soldados se acercan emocionados, esperando pacientemente a que la compuerta se abra, la cual al hacerlo, se sorprenden al ver a varios centinelas saliendo. Rápidamente les apuntan pensando que era alguna especie de trampa.
- No disparen, no son hostiles. - grita Seis saliendo del Pelican.
- ¿Esa es la Spartan? - se pregunta uno de ellos.
- Lo es. - afirma otro. - Spartan, vaya sorpresa nos acabas de dar. ¿De donde sacaste este Pelican?
- ...Tengo mis métodos. - responde sin más, y con tono de que era mejor que no insistiese por el momento.
- ¿Y estas maquinas?
- Las traje para ayudar, pueden ayudar a reconstruir este lugar en poco tiempo. Pero necesito hablar con el alcalde primero.
- Pues soy todo oidos Spartan. - habla Lucas que llegaba al lugar. - Imaginará mi sorpresa al caminar por las calles de la ciudad y de repente ver un Pelican volando en mi ciudad. - admira la nave, a pesar de haber visto, pilotado y viajado en descenas de ellos. Hacía ya tanto tiempo que no veia uno que no pudo evitar sentirse conmovido. - Dice que esas maquinas son para ayudar.
- Si señor. Estaban en el lugar que le comenté, Dot las puede controlar y asignar trabajo de reconstrucción. Traje material que puede ser de ayuda, pero es limitado.
- Me deja sin palabras Spartan... Una cosa era acabar con bandidos, pero esto es...
- Solo cumplo con mi deber de ayudar señor.
- Hace más que eso Spartan. - Le extiende la mano a lo que Seis hace lo mismo y se dan un apretón. - Daré instrucciones para que todo aquel que quiera colaborar lo haga.
- Dot. - la mencionada se materializa en el hombro de Seis.
- ¿Si teniente?
- Quedate con él alcalde, ayudalo a organizar los Sentinelas con las labores.
- Como ordene teniente.
- Iré al hospital, quiero ver como sigue Carmilla.
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Como si miles de agujas estuvieran clavadas en su cuerpo era la unica forma de describir el dolor que sentía ahora mismo. Su cuerpo se sentia sumamente pesado como para tratar de moverlo, lograba escuchar a lo lejos diferentes ruidos, principalmente voces de personas. El miedo la comienza a invadirla el miedo, nuevamente había quedado a merced de quien sabe quien.Hace esfuerzo y lentamente abre los ojos, y lo primero que nota es un ventilador en el techo tratamdo de refrescarla vagamente. Un sombra que se extiende sobre ella, al voltear a su derecha ve una figura emcapuchada mirando a traves de la ventana, a quien logra reconocer y parte de lo ocurrido el día anterior IIega a su mente, lo ocurrido en el campamento de sus captores, un fuerte dolor de cabeza la invade provocando un ruido de molestia en ella, llamando la atención de la figura acorazada que voltea a verla.
- Despertaste, bien.
- ¿Donde...?
- Un lugar seguro, no te procupes. - se acerca a la cama, arrodillándose frente a la cama. - ¿Cómo te sientes?
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Las rosas no tienen espinas, tienen colmillos.
FanfictionMuerta en un mundo condenado, así es como debió terminar ella. Pero de igual manera llega a un nuevo mundo, un mundo que se siente demasiado familiar para ella, ¿Recuerdos de una vida que nunca vivió?