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29 de abril del 2076. Hace un año.

Ya llevaba un año viviendo en la calle de la forma en la que me enseñó Nekomata. Es verdad que he tenido algún que otra persecución policial por algún... Robo sin importancia (Tabletas de chocolate) pero viendo la vida tal y como la ve ella, no es tan mala como Pace.

Ya era de noche, la luna se posicionaba en el mismo lugar donde se encontraba el sol hace unas horas y refleja esa pequeña luz blanca de ella. Como eran fiestas en el centro de nieva Eridu Nekomata me ofreció irnos un poco más pronto a nuestra pequeña "Guarida" y hacer un recuento de nuestros nuevos suministros "Legales".

-Que cansada estoy- Dijo pegando un pequeño gemido de cansancio al estirarse

- La verdad es que a sido un día agotador- Dije con una voz cansada- ¿En serio que no he gustaría ir a las fiestas de nueva Eridu? Seguro que nos lo pasamos genial- Dije con un pequeño entusiasmo

Ella me miró un poco seria pero con una leve sonrisa

-Por tu mala costumbre de dormir por las noches ahora yo también me he acostumbrado a hacerlo, así que no, no pienso ir, estoy demasiado cansada- Dijo

-Eres una floja- Dije dándole un pequeño golpe en el hombro

Ella me miró de manera asesina

-No me golpees- Dijo- Soy una gata muy agresiva, y lo sabes- Dijo irónicamente mientras me devolvía el golpe

Ambos estábamos muy cansados y con ganas de ir a dormir, pero mis nuevos instintos no me dejaban descansar al completo

-Hace mucho calor- Gimió como una niña pequeña

Yo solté una carcajada al ver su forma de decirlo y ella solo se rió de vuelta

-Eres un gilipollas- Dijo Nekomata mientras me daba un pequeño latigazo con su cola

-¡Oye! - Grité de forma graciosa- Pero mira que eres salvaje- Dije

Ella se rió y me miró

-Y tu lo sabes mejor que nadie- Dijo

Aun que ya era de noche el calor aún seguía invadiendo nueva Eridu y es por eso que Nekomata y yo dudábamos como perros mojados. No pude evitar fijarme en Nekomata mientras andábamos. Su traje rojo combinaba a la perfección con su cuerpo, siendo este muy pequeño pero con muy buenas facetas. El sudor le caía por la frente y por los brazos y ella sacaba la lengua como si fuera un gatito.

Nekomata se paró justo en al puerta de nuestra guarida con una sonrisa enorme

-Deja de mirarme a escondidas, pervertido- Dijo mientras soltaba una risita

Ya era como la tercera vez que me pillaba haciendo estas cosas pero... No lo podía evitar, últimamente... Empecé a sentir cosas por Nekomata pero mi mente estaba en contra de mi corazón, no me podía enamorar de una semihumana, era imposible.

Nekomata abrió la puerta, la cual era una Verja un poco deteriorada que daba paso a un edificio abandonado. Tenia que admitir que vivir en este sitio no era tan horrendo como lo pensé hace un año

Al fin en casa!- Gritó Nekomata con los brazos bien abiertos y haciendo que el eco del sitio explotase

Nekomata corría por el sitio como si fuese la primera vez que ve este sitio. Me dirigí hacia el rincón donde yo dormía, bueno, dormía "junto" a Nekomata, algo que aun que a muchas personas les encantaría para mi no es la mejor idea

Echoes of Steel and Feline HeartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora