Donde un lindo omega de nombre Francisco tiene un nuevo vecino, este le ha llamado la atención y cada que puede le toma fotos con un mensaje detrás de ellas, ¿lindo, no? Aunque no se atreve a revelar su identidad a su guapo vecino.
O donde Esteban...
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Ser cauteloso nunca fue algo que encajara con la descripción de Esteban Kukuriczka. Realmente el ser sigiloso nunca fue lo suyo, si somos honestos; pero, eso no le impediría ejecutar su maravilloso y perfecto plan para, por fin, quedarse con aquel omega rubio que tanto amaba.
Era un plan perfecto, lo había ingeniado para que nada fallase.
¿Aún no les conté sobre el plan? Bueno, les contaré. La primera fase del plan era obvia, Esteban compraría una cámara polaroid, y esperaría el momento indicado (o sea, un martes ya que los lunes siempre tiene la entrega de las fotos de Fran a él). Segunda fase, tomar la foto de Fran y poner una inscripción con un seudónimo indescifrable. Tercera fase, revelar su identidad al omega, casarse con el omega, tener cachorros con el omega y ser feliz con el omega.
¡Sos un genio, Esteban!
— Sos un imbécil, Esteban — Afirmó Diego.
— ¡Sí! Espera, ¿qué? — Esteban lo miró con sorpresa.
— Que sos un imbécil, ¿no podés solo decirle que se la querés poner y ya? — Su amigo se cruzó de brazos.
— Vos no entendés, yo no quiero solo ponersela, yo quiero ser su alfa, quiero estar con él todas las noches, quiero que recurra a mi siempre y que sepa que yo no lo voy a dejar solo — Suspiró el castaño.
— ¿Eso no es lo mismo que querer ponérsela? — Preguntó Blas, dubitativo.
Diego le pegó una piña a Blas, el alfa más alto se quejó y sobó la cabeza.
— Calláte Blas, los mayores están hablando — Regañó Vegezzi — En fin, mirá Kuku, voz pensás que es el plan del siglo pero no, lo vas a terminar espantando — Sentenció su amigo.
Blas, quien estaba robando discretamente las plantas de la ventana de Esteban, asintió y emitió un sonido de afirmación ante lo dicho por el otro alfa.
— Blas, dejá las plantas ya — Esteban solo atinó a golpearse intentando pensar en que responder. Blas dejaba las plantitas en su lugar — Bueno... Igual ya está hecho, compré la cámara y... — Mostró una foto polaroid de Francisco quién estaba tomando una foto a un lago.
— Más imbécil que vos no puede haber — Diego se golpeó mentalmente por lo que había hecho su amigo — Ya entiendo cuando nos dijeron que los alfas harían cualquier idiotez por su destinado... Escucháme una cosa, Esteban — Lo miró fulminante — Ahora ya no hay vuelta atrás porque invertiste como un riñón tuyo en esa cámara entonces, ejecutarás tu jodido plan. Pero escucháme, no espantes a ese omega, no actúes como acosador — Levantó el dedo índice apuntándolo.
No es como que Diego hubiera pasado por algo similar, ¿no?... Joder, bueno. Diego tenía 17 años en ese entonces, cuando conoció a Andy, su destinado; Vegezzi aceptó inmediatamente su atracción a aquel omega... pero Andy parecía no estar conforme ante la idea de tener un alfa. Diego empezó a mandarle cartas, muy frecuentes en realidad; hasta Fernando le había dicho que estaba actuando un poco como "acosador". Diego se negó y afirmó que todo aquello era por una buena causa, tener al fin al omega con él. No fue hasta después cuando se arrepintió de todo aquello; Andy estaba ahí, frente a él, llorando desconsoladamente y gritándole cosas que no entendía. Resultaba que Andy había tenido un pasado muy... oscuro, no se llevaba nada bien con los alfas por ello y que Diego empezara a "acosarlo" repentinamente lo abrumaba demasiado.
