Cicatrices del Pasado

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Izuku: Hablando normal

Izuku: -- En llamada/telepatía/mensajes --

Izuku: *Pensando*

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Después de recogerlo a las afueras de su departamento y entregarle un uniforme de S.H.I.E.L.D., Izuku fue subido a un auto sin que nadie le dijera una palabra más. Incómodo, se limitó a mirar por la ventana mientras el vehículo se dirigía al aeropuerto, donde un Quinjet los esperaba. El silencio en el auto era palpable, roto solo por el zumbido del motor y el ocasional crujido del cuero de los asientos.

Ya en el Quinjet, el motor rugió suavemente mientras despegaban rumbo a Irán. Natasha y Maria, sin perder tiempo, comenzaron a cambiarse de ropa sin preocuparse por la presencia de Izuku, confiadas en sus habilidades como agentes altamente entrenadas. Izuku, por respeto, se volteó hacia la ventana, observando el reflejo de las luces en el cristal.

Izuku comenzaba a impacientarse un poco, pues todavía no le habían dicho su misión. Miraba las luces de la ciudad pasar rápidamente, sintiendo un nudo en el estómago.

Natasha: (Notando que Izuku se había volteado) ¿Qué? ¿Te ponemos nervioso?

Natasha: (Notando que Izuku se había volteado) ¿Qué? ¿Te ponemos nervioso?

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Izuku: No, es una cuestión de respeto. (Sus ojos permanecen fijos en la ventana, su voz tranquila pero firme).

Maria: (Terminando de cambiarse) ¿Tú no piensas cambiarte? Tenemos un trabajo que hacer y necesitamos que estés listo.

Maria: (Terminando de cambiarse) ¿Tú no piensas cambiarte? Tenemos un trabajo que hacer y necesitamos que estés listo

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Izuku: (Suspirando profundamente) Solo no hagan preguntas.

Mientras poco a poco levantaba su playera, una innumerable cantidad de cicatrices se hicieron presentes, cruzando su torso en una malla de historias no contadas. Las cicatrices eran profundas y viejas, algunas apenas visibles, otras claramente recientes. Natasha y Maria se quedaron viendo, sorprendidas, ambas tenían una que otra cicatriz por sus años de servicio, pero esto era otro nivel.

 Natasha y Maria se quedaron viendo, sorprendidas, ambas tenían una que otra cicatriz por sus años de servicio, pero esto era otro nivel

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