Como si fuera la primera vez PARTE 2

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—No estoy muy segura de que sea un talento, Trav— Taylor rio.

Él se puso de pie, sentando a sus hijos al lado de Taylor, preparando las cosas para llevarse el pino con ellos a casa. —Recuerden esto, chicos, estos árboles se van, pero vuelven a plantar muchos más, no está bien cortar árboles sin reponerlos, son importantes para la naturaleza, ¿Bien? — sacó una motosierra. —No se deben acercar, yo haré esto solo, es peligroso—

—¿Acercar no? — Evie preguntó a su mamá.

—No nena, debemos mantenernos en nuestro lugar, así que no se vayan a levantar de donde están— ella estaría atenta a que eso no sucediera.


Los niños miraban atentos a su papá, ¿Qué es lo que iba a hacer con esa máquina tan ruidosa?, observaron cómo es que debajo del árbol, en el tronco él estaba cortándolo para que cayera, Kelce tomó la distancia adecuada y calculó que no se derribara de un lado donde pudiera dañarlos.

Al caer el árbol los dos se quedaron con los ojos abiertos, viendo como el pino se cayó.

—¡Ah!, cayó— Charles se sorprendió.

—Sí, se cayó, ese pino nos lo vamos a llevar a casa— Taylor respondió.

—¿Llevar a casa? — Evie ya repetía todo.

—Sí nena, lo llevaremos— Taylor ya se quería poner de pie, pero no podía. —Trav, lamento interrumpir tu trabajo duro ahora, pero necesito levantarme ya—

—Un segundo— dejó lo que estaba haciendo para ir con su esposa y ayudarle, dándole las manos y levantarla.

—Mami, ¡Ah!, ¿Qué es eso? — estaba mirando un insecto, específicamente, una lombriz.

—Oh, es una lombriz. — Taylor rio.

—¿Lombriz? — Charles se acercó.

—Sí, así se llama— su madre les reafirmó.

—Lombriz— Evie estaba por agarrarla.

—Ev...— Taylor casi le impide que ella explore, era bueno que ella sacara sus propias teorías de la naturaleza y si la limitaba, podría meterle un nuevo miedo como con el payaso, era mejor que manipulara algunas cosas y descrubriera si era agradable o no.

—Nena, si vas a tomarla, con mucho cuidado, la observas y la regresas de nuevo a donde estaba— Travis se acercó.

Charles miraba impresionado el valor que su hermana tenía para tocar esa cosa sucia, a él no le gustaba mucho manipular cosas desconocidas y raras.

—Charlie, mira— ella le acercó la mano con el gusano.

—No, yo no— se alejó.

Ella lo vio raro. —Mami, mira—

—Sí nena, no me lo acerques tanto nada más— Taylor no quería darle a conocer que ese bicho no era para nada uno de sus favoritos.

—Debes regresarlo a la tierra— Kelce le indicó.

—Hmmmm, no— Evie dio firme. —Mía—

—Evie, por favor, tiene que ir a su casa— Travis trataba de convencerla.

—No, mía— se la guardó en el bolsillo.

—Evie, no— Taylor puso una cara de desagrado. —Trav—

—Nena, lo siento, esto no puede ir en tu ropa— Kelce la sacó.

—Ay— la pequeña se cruzó de brazos molesta.

Eres mi juego finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora