열하나

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La clase culminó y Jisung estaba decidido a volver a su hogar, le diría a su madre cualquier excusa para que hablara con el colegio para justificar su ausencia al segundo periodo.

Tomó sus cosas y salió del salón, dejando atrás a Seungmin y Félix que lo observaban curiosos, luego les comentaría. Buscó la parada de bus más cercana y se sentó, realmente no quería caminar, su estado de ánimo había caído tan bajo después de escuchar la conversación del amiguito de Hyunjin con el otro chico.

Él nunca había sido muy exigente con Hyunjin, se esforzaba en no causarle problemas, sentía que era una carga para él y que solo estaba a su lado por lástima y por todo el tiempo que se conocían, aunque sabía que nada de eso era cierto, Jinnie era incapaz de hacer algo así, pero su mente le hacía creer eso y se odiaba a sí mismo y su mente de mierda.

Llegó el autobús y subió sin mucha rapidez, le comenzaron a llegar mensajes, los cuales no tenía muchas ganas de contestar. Toda esta situación era muy nueva para él, nunca había tenido la necesidad de pensar en otro chico que no sea Hyunjin más allá de una amistad, nunca se había preocupado sobre los amigos de su novio, de hecho no conocía muchos, los regaños que recibió en una sola semana y todo lo que tuvo que hacer, estaba cansado, solo quería llegar a su casa, darse un baño de agua caliente, servirce alguna merienda y ponerse a ver un maratón de Harry Potter.

El bus no estaba muy lleno por lo que era genial, llegó a la parada que necesitaba y bajó, esta vez si con rapidez, se dirigió a su casa con el rostro lleno de felicidad sacó sus llaves para abrir la puerta, tendría unas horas de paz hasta el día siguiente, así que lo aprovecharía.

Entró, tiro sus zapatos y al dirigirse al comedor su emoción se fue a la mierda y sus mejillas se volvieron rojas, su madre y padre se encontraban ahí conversando y preparando comida.

—Oh —exclamó su madre —Jisung, no te hacía tan temprano aquí, ¿Por qué no estás en el colegio?

Su madre preguntó sin mirarlo mucho, estaba concentrada en hacer lo que sea que estuviera haciendo, y su padre solo se limitaba a tomar café al lado de ella.

—Yo me sentía mal, mami. Me sofocaba estar en el salón, pensé que me desmayaría, de hecho casi lo hago en el camino hacia acá.

Se sentó en el mesón del comedor y cogió una manzana de la canastita que se encontraba en el medio.

—Aw, mi pobre hijo. —su madre lo miró tiernamente y paseó sus delicadas manos por la mejillas de Jisung. —¿Quieres que te haga un waffle mientras la comida está lista? Voy a tardar un poco, habrá visitas.

—Si quiero el waffle... ¿Qué visitas vendrán? Tenían tiempo de que regresaran temprano del trabajo.

Le preguntó a sus padres, intentaba no sonar tan metiche, pero quería saber, realmente llevaba mucho que sus padres se encontraran en casa para la hora del almuerzo, siempre llegaban a la hora de la cena.

—Tu madre y yo... ¡Tuvimos un ascenso! —gritó su padre de la emoción mientras le daba un beso en la mejilla a su madre y le daba a él unas palmaditas —¿No es genial? Podremos venir en las tardes de vez en cuando y así.

—Que bueno, pa. Realmente estoy muy feliz por ustedes. —dijo con su mejor sonrisa, amaba a sus padres, no sería bueno transmitirles lo mal que se sentía. —Mami, voy a subir a mi habitación, me daré un baño y me cambiaré, cualquier cosa me llaman, ¿sí?

—Está bien, Sungie.

Hizo todo lo que dijo. Se dio un baño con agua caliente, se puso una pijama y se echó cremita en el rostro. Escuchó el grito de su madre llamandolo y bajó.

—Toma, cómete el waffle. Aun falta para que el pollo esté listo, cuando lleguen las visitas te pones algo un poco más presentables, no la gran cosa, algo cómodo pero que no te veas como si te acabaras de levantar, ¿sí?

—Bien, mami.

Subió a su habitación, prendió su televisión y empezó a ver Harry Potter mientras se devoraba su waffle, nunca se cansaría de eso.

No sé dio cuenta cuando cayó dormido, pero amaba dormir, lo hacía olvidar todo. Se despertó y revisó la hora en su celular, ya eran las seis de la tarde. Se dirigió al baño, se lavó la cara y los dientes, se puso una remera un poco larga, con un mono cómodo para andar en la casa, unas medias de iron man que le regaló Félix en su cumpleaños y bajó.

Escuchaba las risas y el sonido de los cubiertos chocar con los platos, la visitas habían llegado, no quería bajar porque le daba vergüenza pero realmente tenía hambre. Pasó por la sala, estaba como a diez pasos de llegar a la cocina, no sabía si correr o caminar y arriesgarse, pero él es un estúpido, de tanto pensar se tropezó con una mesita que se encontraba en la sala y cayó al piso, su derrota estaba decidida, moriría ahí.

—Ay, Jisung. ¿Te duele? Levántate, ven.

Jisung apenado, sin dirigir la vista a ningún lugar en particular se dirigió a la mesa al lado de su madre, mientras su vista estaba en el suelo.

—Él es nuestro hijo, Jisung, es un completo amor. —su madre dijo mientras pasaba su mano por la espalda de este, Jisung se limito a inclinarse.

—Un gusto Jisung, te ves de la misma edad de mi hijo, espero y se hagan amigos, ¿Cierto, Minho? —comentó una voz gruesa frente a él.

Rápidamente alzó el rostro, Lee Minho se encontraba sentado, en el comedor de su casa, mirandolo con una sonrisa burlona, se quería morir.

—Claro, papá. Nos llevaremos mejor de lo que esperas. —miró a Jisung con sus ojos filosos y felinos, realmente no sabía que le transmitían y no quería averiguarlo.

El señor Han habló. —Ellos son nuestro jefes, los Lee.

"Puto cliché de mierda" pensó para sí mismo, se quería morir.


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holaAaaAaAAaAA los extrañé
actualice súper rápido sin editar, así que si hay errores ortográficos lo sientooooooo

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⏰ Última actualización: Aug 07 ⏰

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 Unfortunate events | Hyunsung ; MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora