Único

198 30 2
                                    

Si había algo que caracterizaba a Jeon Jungkook, era que no se tomaba nada en serio. 

Ni los rumores, ni los chismes, ni las relaciones y mucho menos los sentimientos. 

No hasta que Park Jimin llegó a su vida. 

La manera en que llegó fue tan simple que Jungkook seguía sin dar crédito de la manera tan natural que había caído por el pelirosa de sonrisa de luna. 

Cuando estaba con el chico, todo parecía más divertido. 

Todo parecía tener una solución y todo parecía un constante dicho de "por algo pasan las cosas", pues todo lo que pasaba parecía que mejoraba otro aspecto de su vida.

Jungkook estaba enamorado de Jimin. 

Fue por eso que, lo que nunca le había avergonzado, lo que nunca había significado un problema para él, comenzó a molestarlo. 

Los rumores en la universidad siempre habían existido respecto a su persona, siempre habían hablado pestes de él y sabía que por lo menos la mitad de cosas que decían, era verdad. 

Fue por ello que se sintió tan angustiado cuando cayó en cuenta que Jimin no tardaría en ser víctima de las habladurías de la gente. 

Jimin no merecía eso. 

Sentía un nudo en la garganta y la sensación de creer que no merecía al pelirosa parecía asfixiarlo. 

Él lo amaba pero ¿Él era bueno para Jimin? 

La duda comenzó a crecer conforme los días pasaban y notaba las miradas de desaprobación en las personas al verlos caminar por los pasillos de la universidad tomados de la mano. 

Nada parecía calmar su sentir y creía fielmente que perdería la cabeza en cualquier momento. 

Incluso ahí, acostado en su cama junto al chico, no se sentía merecedor de su compañía. 

—¿Qué pasa, Koo? 

Giró su rostro y pudo ver a centrimetros del suyo al pelirosa con su ceño fruncido. 

Acarició la pierna del chico que estaba en su estómago y suspiró, subiendo su mano hasta la mejilla ajena. El chico solo se pegó mas a él. 

—Tú eres lo mejor que me ha pasado en la vida, ¿Lo sabes? 

Vio la boquita del chico abrirse en sorpresa y en cuestión de segundos, volverse una sonrisa. Una de esas que Jungkook adoraba. 

—Eres el chico más dulce del mundo —Siguió hablando—. Es solo… Que no creo que pueda merecerte. 

De inmediato sintió al chico alejarse de su tacto, pensó que se iría o se sentaría a su lado, pero Jimin se subió encima de él, con sus piernas a cada lado de su cadera y poniendo sus manos en su pecho.

—¿Por qué piensas eso? —Jimin habló—. Eres el chico mas increíble del mundo, por algo estoy enamorado de ti, Koo. 

Jungkook se mordió el labio con fuerza, sintiendo las llamadas mariposas en el estómago pero también, un dolor en el pecho ante su sentir. 

—Porque yo… —Suspiró tomando valor—. Tu sabes, Minnie, que no soy una buena persona. 

El pelirosa frunció el ceño —¿Por qué dices eso? 

—Porque yo he estado con muchas personas —soltó—. Hay muchos rumores sobre mí y la mitad de ellos son verdad. Tu mereces algo mejor. 

Vio el puchero en los labios ajenos y sólo pudo acariciar las piernas del chico. 

—Koo, no me importa nada de eso —Jimin habló—. No te voy a mentir, todos me han dicho muchas cosas sobre ti, pero nunca las creí porque lo que yo veo, no es nada parecido a lo que los demás dicen. 

Jungkook sonrió con pesar —Minnie yo…

—Ya sé que te acostaste con muchas personas, también sé que le rompiste el corazón a otras y que nunca te tomaste en serio algo. ¿Pero eso en que nos afecta a nosotros? —El pelirosa comenzó a masajear su pecho—. ¿Vas a jugar conmigo? 

Negó de inmediato —Jamás lo haría, te amo. 

Jimin suavizó su gesto —Yo también te amo Koo, te amo muchísimo y no me importa lo que digan, porque confío en tí. 

—¿No te importa mi pasado? 

El pelirosa negó con una sonrisa —Tu pasado no lo podemos cambiar, pero gracias a él es que llegaste hasta acá, conmigo. 

Jungkook se mordió el labio, pareciendole irreal que al chico no le importara.

Jimin se inclinó sobre él y besó sus labios con devoción, con dulzura y con mucho amor. 

—No te muerdas el labio, Koo —Jimin le sonrió sobre sus labios—. Mejor deja que yo lo haga. 

—Te amo, Jimin. 

Dijo una vez más, sintiendo sus miedos ser aplacados, ser derribados y enterrados.

—Yo también te amo, mi chico malo. 

Frunció el ceño ante eso, pero la dulce carcajada que salió de los labios que adoraba lo hizo sonreír. 

—¿Soy tu chico malo? 

—Sí, eres malísimo —Jimin sonrió, acariciándo su rostro—.  Koo, no me importa como te equivocaste en el pasado, tampoco me importa si rompes mi corazón en el futuro. Sólo quiero verte ser feliz y sin remordimientos. 

—No romperé tu corazón —Prometió.

—Eso no lo sabes, los corazones son frágiles —Jimin acarició su rostro—. Son tan fáciles de romper que no sabes cómo me lo estás rompiendo justo ahora al verte tan angustiado por creer que no me mereces. Me mereces y te merezco, estamos hechos el uno para el otro. 

Jungkook sólo hizo una mueca, no sabía que responder ante eso. 

—Eres el chico con quién quiero estar, confío en ti. 

Sintió su corazón ser abrazado ante esas palabras, sintiendo la calidez que le daba el saber que era querido. 

—Jimin, eres el amor de mi vida —Jungkook confesó tomando el rostro ajeno entre sus manos—. Nunca me tomé nada en serio y es verdad que fuí muy cruel con personas en el pasado, pero te juro, que jamás creí querer a alguien como te quiero a ti. 

—Koo… 

—Desde que te conocí he tratado día con día de ser una mejor persona, es por ello que la idea de que me dejes por quién fuí, me aterra. Eres lo mejor que he tenido. 

—Tu también eres lo mejor que he tenido —Sonrió—. Eres mi amor. Tu pasado te hace el chico que hoy eres, así que está bien. Estoy orgulloso de la persona que eres y me alegra saber que te inspiro a ser mejor, porque tú haces lo mismo conmigo. 

Jungkook sonrió besando los dulces labios con cariño, sintiéndose mejor. 

Los siguientes días la sensación comenzó a desaparecer de su cuerpo poco a poco. 

Dejó de importarle las miradas de los demás sobre ellos, dejó de prestarle atención a los rumores y se centró en seguir mejorando como persona, aprendiendo de la mano con Jimin sobre ellos, haciendo su relación más sana y fuerte. 

De vez en cuando el remordimiento le llegaba, el miedo a que lo que él hizo en el pasado le fuera regresado. Que él pelirosa fuera su karma. 

Pero algo bueno tuvo que hacer en la vida, pues eso nunca pasó. 

Bad Boy • km (one shot) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora