❝𝔘𝔫𝔞 𝔪𝔞𝔡𝔯𝔢 𝔰𝔬𝔩𝔦𝔱𝔞𝔯𝔦𝔞 𝔶 𝔲𝔫𝔞 𝔳𝔦𝔰𝔦𝔱𝔞 𝔦𝔫𝔢𝔰𝔭𝔢𝔯𝔞𝔡𝔞❞
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Desde la muerte de su esposo, su vida se fue a la mierda por el alcantarillado. Las deudas de su esposo las pago con el dinero que le quedaba y al final termino el teniendo poco, el alquiler aumento considerada mente y como si la desgracia estuviera siempre a su lado, la comida escaseaba, ya el precio se elevó de manera exagerada y sumando de que su niña había nacido prematura y delicada, así que la bebé requería cuidado, mucho cuidado, todo eso era como el peso de un yunque sobre sus hombros y sentía que ya no podía más. Vive en Koori no tan lejos de su pueblo natal Fukushima . Koori no era su pueblo favorito, apesar de ser pequeño, la gente ahí, tenían, tienen demasiados prejuicios atados a sus caderas, Sasuke no podría con aquellos prejuicios y menos si su barrio entero se haya enterado de la muerte de su marido y de cómo decidió cremarlo, algo que para ellos es... demasiado; ellos prefieren conservar el cuerpo podrido de un difunto bajo tierra a que ser convertido en cenizas. O el hecho de quedar viudo y con una hija, para ellos, eso era indignante y por si fuera poco las mujeres y donceles no tenían cierta libertad y para tenerla tendrían que se desposados(as), pero, aquellos que quedaban viudos y con hijos, nadie los queria, es decir ¿Por qué y para que mantener hijos que no son míos? menuda desfachatez a ojos de Sasuke.
Sumido en sus pensamientos, no logra prestar atención a los quejidos de su bebé hasta que un fuerte sollozo le saca del poso de pensamientos, obligándose a ir a la habitación de su niña, vio a su niña removiendose incomoda sobre le cama siendo rodeada de almohadones y soltando quejidos llorosos. Su niña, Sarada Hirosa, apellido de su esposo, era una bebé hermosa pero delicada, había nacido prematura; ella era demasiada tranquila para gusto propio, ya que había momentos en donde ella se despertaba y no lloroba y simplemente se quedaba viendo a la nada o cuando la amamantaba ella simplemente prefería mirarlo a los ojos, aveces llegando a inquietar lo con sus miradas profundas, aunque eso se debía al color negro de sus ojitos rasgados. Sin duda ella es su copia femenina, se parecía bastante, apostaba a que cuando fuera grande, sería una hermosa mujer, esperaba estar vivo para aquel momento.
Tomo a la niña y la puso en sus brazos mientras la niña tenía espasmos de su recién llanto; con su pulgar, limpio las rellenitas, húmedas y sonrojadas mejillas del amor de su vida y le llenaba el rostro de besos con amor y devoción. Apenas unos meses de nacida y la amaba con fuerza, no se imaginaba un mundo sin ella.
El toque de una puerta rompió la burbuja de amor, con bebé en brazos fue a atender la puerta, se preguntaba quién llamaría a su puerta a esas horas de la noche, pues ya daban las diez y a esa hora nadie rondaba por ahí, por miedo a los robos que aumentaron allí por las noches, así que era mejor prevenir que lamentar. Fue y abrió la puerta mirando, horrorizado tanto que solto un jadeo y se tapó los labios de impresión. Delante de él, bueno, a un costado de su puerta había un hombre recostado sobre la pared, respirando entrecortado y con esfuerzo, su rostro estaba tan herido y golpeado que casi parecía inreconocible, agarraba el costado de su abdomen y temblaba. No sabía que hacer, osea no es algo de todos lo días encontrar a un hombre así de herido en tu puerta, no en Koori , cuando el hombre volteó el rostro viéndole con el único ojo que no estaba hinchado de golpes, pudo ver unos hermosos orbes azules, de un azul que nunca había visto, sin dudo ojos hermosos.
“¿p...podria ayudarme?”. Aquel hombre soltó en quejido de repente, vio a su pequeña niña y luego al hombre, a pesar de que el hombre no podía hacer nada, no estaba de menos prevenir riesgos. “es...espere aquí regresaré en un momento, por usted”. Dijo cerrando la puerta y adentrándose a su hogar para dirigirse a su habitación, acomodando los almohadones de la cama y poniendo la dentro de la muralla de almohadones para que al voltear no se caiga. Salió y fue a ver otra habitación; la casa contaba con tres habitaciones y aunque Sarada podría dormir sola, le daba miedo que pasara algo así que dormía junto a él. Al entrar abrió la ventana para ventilar, luego del clóset tomo unas mantas para rápidamente elaborar un futón en el suelo, luego fue al encuentro del hombre quien seguía allí. “hey...mmm tu”. Llamo al hombre quien volteó a verle prestándole atención mirándolo analizándolo; lo vio levantarse del suelo con esfuerzo y pararse enfrente a el y se percató de cómo vestía. Traía una camisa blanca que estaba sucia y arrugada, en su espalda estaba un saco de vestir negro y luego ubico sus ojos en el pantalón tenía pantalones de traje de vestir y uno mocasines elegantes negros, sin duda un hombre rico...pero, si era así ¿Que hacía un hombre así, acá y más aún golpeado casi muerto y frente a su puerta? Sin duda un misterio.
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𝔐𝔬𝔪𝔪𝔶'𝔰 𝔟𝔞𝔟𝔶 𝔤𝔦𝔯𝔩
Fanfiction☽ꕥ☾ "𝔈𝔩 𝔞𝔪𝔬𝔯 𝔡𝔢 𝔲𝔫𝔞 𝔪𝔞𝔡𝔯𝔢 𝔢𝔰 𝔲𝔫𝔬 𝔡𝔢 𝔩𝔬𝔰 𝔰𝔢𝔫𝔱𝔦𝔪𝔦𝔢𝔫𝔱𝔬𝔰 𝔪𝔞𝔰 𝔣𝔲𝔢𝔯𝔱𝔢 𝔢𝔫 𝔩𝔞 𝔱𝔦𝔢𝔯𝔯𝔞." 。。。