Podia oir la respiración de Mateo. Los suaves toques que dejaba por mi cabellera.
Mamá. Apareció en mi puerta y no fue un sueño.
Madison Anderson se presento con la mirada de una alta señora. La forma en la que se adueño de mi casa, con palabras sutiles reclamaba lo que tenia serle hecho.
Ella fue criada para llevar las cosas a su manera. Pertenecía a una gran familia con empresas en el pais y en el extranjero.
Una princesa a punto de dirigir un reino.¿La heredera embarazada del hijo de su jardinero? Un total disparate.
Y tal como su posicion le permitia, la gente siempre estaba a su disposición. Preparados para resolver aquello que sale de sus planes.
Ese desliz fui yo. El resultado de un encuentro pasional y desenfrenado.La afrenta de la familia Anderson.
Lo que más lamentaba era no poder ser participe de su dinero. Lo único bueno que tenían y ni eso me podía llegar.
Algo que esa familia y yo teníamos en común, el dinero. Específicamente en el deseo por el dinero, porque la plata es algo que me falta.
No solo eso, ansiaba el poder y todo lo que ello conllevaba, prestigio y control.Y como es bien es sabido ambos vienen de la mano.
Debo encontrarlo.¿Cómo?
No tengo idea. Ojalá pudiera ganar la lotería.Sí fuera actriz, ¿me lo daria? No lo creo.
El apoyo a los talentos artisticos en el pais, es un asco.Y ser diseñadora ¿ tendriamillones ? No, eso es más que improbable.
Mis manos son gelatinas sueltas en todo lo que se relaciona en crear y hacer algo.
Mi lado creativo llego hasta el pulpo de la nevera, fue mi excepción y mi fuerte voluntad de no perder ante un cartón.—Mateo.
Mi desplome habia dejado sus rastros, con manos y piernas temblorosas.
Hablé intentando ignorar el raspón que sentía en la garganta.
—¿Qué es el éxito para ti?
Es algo a lo que daba vueltas muchas veces. La única explicación con sentido para mí, es el dinero.
— Estar bien.
—¿ eso es todo?
— el éxito nos asegura. A todos.
Mamá vino hoy. A mi casa. En mi presencia.
El piso bajo nuestro pies se requebra.
Mamá está totalmente segura. Y yo, no tengo idea de que pasará.—¿de no quedarse pobre?
Quisiera poder borrar lo que ha pasado hoy.
—la felicidad. —dice con un deje divertido
— si soy exitoso eso significa que estoy bien.La única certeza que tengo es que quiero ver a mi madre infeliz.
—¿y el dinero no es el éxito?
—es parte del paquete, no da todo el sentimiento.
—cuando tengo plata soy muy feliz.
—¿Cómo de feliz? — mueve su toque en círculos. Me volteo y lo encuentro—. ¿ Con ganas de gastarlo todo o de guárdalo bajo tiera?
—ambos. Obvio
—¿no serás una compradora compulsiva?
-tal vez.
—La proxima que tengas algo. ¿Qué tal si tienes el impulso de invitarme una pizza?
El cielo es testigo de esto. Mateo es un ángel. Me ha hecho pasar sin preguntas y se quedó a lado mio.
Facciones delicadas y actitud de príncipe.
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A dos pasos
RomanceAli está en su segundo año de preparatoria. Vive con su padre desde que su madre la abandono a los seis meses en la puerta. Dramático.¿No? Bueno. Ella ha nacido en un lugar en el que se le tiene mucho aprecio hasta el punto de querer compartirla. ...