Matrimonio Concertado (kokonoi Hajime x Inui Seishu)

Azalea blanca

"La bestia roja lleva el infierno en los ojos y el Leviatán el océano profundo cuando la trompeta suene comenzaran a jugar" 

— No lo entiendo Takemishi — Naoto mira el tablero de investigación con las conexiones de los clanes de la mafia — Dices que en todas las líneas temporales Kokonoi se enamoraba de Akane y si sucede el incendio era ella quien se convertía en el gran amor de Hajime, pero en esta también ocurrió y el gran amor resultó ser Seishu —.

— No era tan así, digamos que Kokonoi siempre amó a Seishu, pero la pérdida de Akane lo hizo confundir las cosas —.

— Aja, pero... En esta el perdió prácticamente a ambos, cuando sucedió lo del incendio —.

— Sí, pero creo que el perder ambos no dejo que confundiera su amor —.

— Como sea, vamos por Kalypso —.

— ¿Por? —.

— Deudas pendientes, además es el pilar de las acciones del clan kokonoi —.

— Creo que te estás obsesionando con Kalypso — dice Takemichi. Su plan al pedirle ayuda a Naoto no era que este se enfrascará en sus propios deseos, sino que lo ayudará a prevenir la guerra que sucedía en todas las líneas temporales. El gruñido bajo de Naoto lo hace dejar el tema de lado por el momento — ¿Encontraste registros policiales o algo? —.

— En realidad no, al parecer es un completo fantasma en el mundo, solo hay una información rara sobre un antiguo lazo de los Inui con los Kokonoi — dice estirando la carpeta hacia Takemichi — está escrito en el idioma de las tribus —.

— ¿Quién sabe leer ese idioma? —.

— Kalypso —.

Takemichi toma la carpeta y ojea las páginas observando. No entendía nada — ¿Cómo sabe que ella tiene esa habilidad? —.

— Es parte del clan kokonoi y su apellido es Valerius —.

Takemichi se detiene. Las manos le tiemblan. Los documentos se le caen al piso. Mira a Naoto con los ojos desenfocados y el escalofrío que lleva ardor hasta sus hombros recorriendo su espalda — Va-valerius —.

— Take — Naoto lo toma del brazo y lo apoya en la silla — ey, ey ¿Qué pasa? —.

[...]

Akiko entra a la habitación de su hijo llevando el segundo traje. Este es hecho con las mismas telas que las vestiduras del clan Kokonoi para evitar que, en caso de un accidente con el fuego, sufra daños. Cuando entra sus hijos están intentando elegir un conjunto de ropa que sea casual pero no corriente — ¿Qué hacen? —.

— Elegimos ropa — Akane sonríe

— ¿Para qué? —.

— Kokonoi me invitó a una cita —.

La mujer se detiene. No había necesidad de citas, ya estaban comprometidos y la idea no le agradaba en lo más mínimo — ¿A dónde? —.

— El pueblo —.

La mujer lo mira. Ya estuvo en ese pueblo y hay un lugar que no va a mencionar para no explicarle a sus hijos que hacia allí, sabe que es inevitable pero mientras no haya un anillo en la mano de su hijo no quiere que estén cerca de un lugar como ese — ¿Con que chaperón? —.

— Mamá no estamos en el 1600, solo tomaremos algo y vendremos aquí —.

— Akane, arréglate, tú vas —.

— Mamá, lo más probable es que Kalypso vaya también — dice la chica.

— Y ella siempre es tan imparcial — la mujer dice — es una orden —.