REPUTATION || max verstappen.

sidelines

watch the world from the sidelines
had nothing to prove
'til you came into my life
gave me something to lose

Gaia estaba llorando cuando subió al auto, el chófer era el único que estaba ahí, ya que Max aún no llegaba, la chica trató de disimular, secando sus lágrimas, sacó el conejo de la bolsa, abrazándolo, sorbiendo su nariz. La puerta se abrió, Max subió al auto, parecía molesto, pero su expresión se suavizó al notar que estaba llorando.

-Hey, no llores...- dijo el suavemente- no le hagas caso a esos idiotas.

Gaia cerró los ojos y comenzó a hipear, ya que no podía parar de llorar y su pecho dolía, Max miró al chófer y ella pudo escuchar que le pedía arrancar. La chica cubría sus ojos con ambas manos y se negaba a mirarlo.

Cuando llegaron al hotel, había un montón de fotógrafos, ella se puso unos lentes oscuros, el tomó su mano y la llevó con el, mientras Gaia sostenía el peluche contra su pecho. Una vez que estuvieron en la seguridad de la habitación, ella rompió a llorar otra vez.

-No llores, Gaia- pidió él suavemente, mirándola preocupado- lo que ellos dijeron no dice nada sobre ti, es más sobre ellos.

Gaia movía sus hombros al ritmo que lloraba, cubriendo sus ojos aún, avergonzada.

-No quiero que me veas, me veo patética- intentó encerrarse en el baño, pero el la sostuvo de la cintura- no, suéltame, no quiero que me veas así.

-Gaia...- murmuró un poco dolido- está bien, no tienes que huir. Puedes llorar.

-¡Yo no lloro!- exclamó ella- ¡y menos por lo que digan por mi! ¿¡pero que carajos!?- chilló molesta- estoy tan harta, solamente estaba hablando con Toto, ¡no me acosté con Toto! ¿¡por qué carajos alguien diría algo así!?

-Porque a la gente le gusta hablar, así de simple. Porque eres hermosa, graciosa y no te importa lo que lo demás digan, porque sabes que eres mejor que eso. Porque sabes que no eres eso, y en eso nos parecemos, no te decía que nos parecemos porque somos personas perdidas, es porque los dos sabemos lo que es que hablen mierda sin conocernos pero también sabemos que eso no nos define.

Gaia sorbió su nariz y soltó la respiración que tenía atorada en su garganta, abrazando el peluche de conejo contra su pecho. Tenía su rostro rojo y mojado, apretaba sus labios tratando de no llorar y a Max le dolía.

La tomó por el rostro, mirándola, incluso cuando ella desviaba la mirada con vergüenza.

-Gaia, por favor, no llores.

Entonces ella cayó en cuenta de algo, lo miró asombrada, con los ojos como dos huevos fritos.

-Me dijiste Gaia.

-Y tu me besaste cuando nadie nos miraba, los dos hicimos nuevas cosas por el otro.

Gaia soltó el conejo, para abrazarlo. El la sostuvo fuertemente, hundiendo su rostro en el espacio entre su hombro y su cuello. Gaia se sintió mejor poco a poco, aún con los espasmos de haber llorado y sorbiendo su nariz. La chica se armó de valor para contarle lo que había pasado con su papá.

-Tu papá hoy me dijo ciertas...cosas- dijo ella con cierto temor de que no le creyera, Max no la soltó- me dijo que... básicamente que yo era una perra. Ya sabes cómo la canción. Piensa que me he acostado con todos los hombres del mundo y que solo voy a arruinar tu carrera.