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Al cerrar los ojos, el recuerdo de la promesa que Malvinas me hizo de ser mi esposa cuando fuéramos grandes vuelve a mi mente como un golpe de nostalgia que me deja sin aliento. Siento un nudo en la garganta que me estrangula, un vacío en el pecho que me duele como una herida abierta. La emoción me sofoca, como si el aire se hubiera escapado de mis pulmones y me hubiera dejado sin oxígeno.

Recuerdo la sonrisa de Malvinas, radiante y sincera, cuando me tomó de la mano y me dijo: 'Serás mi esposo cuando seamos grandes'. Recuerdo la felicidad que sentí en ese momento, la sensación de que todo era posible, de que nuestro amor era invencible. Recuerdo el brillo en sus ojos, la calidez de su mano en la mía.

Pero ahora, al recordarlo, solo siento dolor y traición. Me duele pensar que Malvinas haya olvidado esa promesa, que haya pasado página y se haya enamorado de otro. Me duele saber que ya no soy importante para ella, que ya no soy el dueño de su corazón. Me duele recordar que nuestra promesa se ha roto en pedazos, como un jarrón que se ha caído al suelo y no puede ser reparado.

Una lágrima se desliza por mi mejilla, y trató de contenerla, pero es inútil. El recuerdo de la promesa rota me ha abierto las heridas del pasado, y ahora siento que estoy sangrando por dentro, que mi corazón se está desangrando en el suelo. Trato de hablar, pero mi voz se quiebra, se desvanece en un susurro que apenas puedo escuchar.

'¿Te acuerdas de la promesa que me hiciste, Malvinas?' le preguntó, con la voz temblorosa y el corazón roto, como si estuviera rogando por una respuesta que sé que nunca vendrá.”

Me despierto con un sobresalto, mi corazón aún late con fuerza por la emoción del sueño. Pero al abrir los ojos, me doy cuenta de que estoy en mi cama, rodeado de las paredes familiares de mi habitación. Es solo un sueño, me digo a mí mismo.

Miro alrededor y veo que mi madre ha dejado mi ropa y mi mochila lista para ir a la escuela. Me siento un poco aliviado de que solo haya sido un sueño, pero aún siento un vacío en mi pecho.

Me levanto de la cama y comienzo a prepararme para ir a la escuela. Mientras me visto, no puedo evitar pensar en el sueño que tuve. ¿Por qué Malvinas me traicionó de esa manera? ¿Por qué Reino Unido se metió en nuestro camino?

Trato de sacudir esos pensamientos de mi cabeza y me enfoco en el día que tengo por delante. Tengo que ir a la escuela, ver a mis amigos, aprender cosas nuevas. Pero el recuerdo del sueño sigue acechando en mi mente, como una sombra que no quiero que me siga.

Al llegar a la escuela, veo a Reino Unido caminando por el pasillo con sus amigos, las Potencias. A su lado derecho está Francia, con su cabello oscuro y su sonrisa encantadora, llevando un traje elegante de color azul marino con una corbata roja. A su lado izquierdo está Alemania, con su cabello rubio y su mirada intensa, llevando un traje negro con una corbata plateada.

Detrás de ellos camina Italia, con su cabello moreno y su sonrisa pícara, llevando un traje gris con una corbata azul. Y al lado de Italia está España, con su cabello oscuro y su mirada apasionada, llevando un traje marrón con una corbata verde.

Reino Unido se ve tan confiado y seguro de sí mismo, como si fuera el líder del grupo. Lleva un traje elegante de color negro con una corbata roja y una sonrisa que parece iluminar el pasillo. Su cabello rubio está perfectamente peinado, y su mirada es tan intensa que parece ver a través de mí.

Me siento un poco amargado al verlo, recordando el sueño que tuve. ¿Por qué Malvinas se enamoró de él y no de mí? ¿Qué tiene él que yo no tenga?

Me acerco hacia Reino Unido y sus amigos, con una mezcla de ira y envidia en mi corazón. "¿Qué crees que has logrado al robarme a Malvinas?", le digo, con una voz llena de odio. "¿Crees que eres mejor que yo solo porque ella te eligió a ti?"

Reino Unido se encoge de hombros. "No te robé nada, Argentina. Malvinas me eligió a mí porque yo soy el mejor para ella."

Me siento un poco furioso al escuchar sus palabras. "¡Mentira!", le gritó. "¡Tú la engañaste y la manipulaste para que te eligiera a ti! ¡Ella era mía, y tú me la quitaste!"

La mirada de Reino Unido se vuelve fría y distante. "No te culpo por sentirte así, Argentina. Pero la verdad es que Malvinas nunca te amó de verdad. Ella siempre buscó algo mejor, y eso soy yo."

Me siento un poco herido al escuchar sus palabras, pero trato de mantener la calma. "¡Eso no es cierto!", le respondo. "¡Malvinas me amaba, y tú la corrompiste con tus mentiras y tus promesas vacías!"

Reino Unido se ríe con desdén. "¡Promesas vacías!", repite. "¡Tú eres el que siempre le prometió a Malvinas un futuro que nunca podrías darle! ¡Yo soy el que le di la vida que ella siempre quiso!"

Me siento un poco furioso al escuchar sus palabras. "¡Eso no es cierto!", le gritó. "¡Yo siempre fui honesto con Malvinas, siempre le dije la verdad! ¡Tú eres el que le mintió y la engañó para que te eligiera a ti!"

La discusión sigue escalando, con ambos gritándonos el uno al otro. Los demás estudiantes comienzan a reunirse alrededor de nosotros, mirando con curiosidad y preocupación.

De repente, Malvinas aparece entre nosotros, con una mirada de preocupación en su rostro. "¡Basta!", dice. "¡Dejen de pelear!"

Me doy la vuelta hacia ella, con una mezcla de ira y tristeza en mi corazón. "¿Por qué defendes a este traidor?", le preguntó.

Malvinas suspira. "Argentina, por favor... Reino Unido es mi elección. Y no voy a cambiar de opinión solo porque tú estás celoso."

Me siento un poco herido al escuchar sus palabras, pero trato de mantener la calma. "¡No estoy celoso!", le respondo. "¡Solo quiero que sepas la verdad sobre este traidor!"

Malvinas suspira y me mira con tristeza. "Argentina, ya te he dicho que Reino Unido es mi elección. Y no voy a cambiar de opinión solo porque tú no puedes aceptarlo".

Me siento un poco furioso al escuchar sus palabras. "¡No puedo aceptarlo porque sé que él te mintió y te engañó!", le respondo. "¡Sé que él solo te quiere por tu poder y tu influencia!"

Reino Unido se acerca a nosotros, con una sonrisa confiada en su rostro. "Eso no es cierto", dice. "Malvinas me eligió a mí porque sabe que soy el mejor para ella".

Malvinas asiente en acuerdo. "Sí, Argentina. Reino Unido es el que me hace feliz. Y no voy a dejar que tú me convenzas de lo contrario".

Me siento un poco derrotado al escuchar sus palabras. Sé que no puedo hacer nada para cambiar la opinión de Malvinas. Así que me doy la vuelta y me alejo, con una mezcla de tristeza y rabia en mi corazón.

Mientras me alejo, escucho la risa de Reino Unido y la voz de Malvinas diciendo "Lo siento, Argentina". Pero no me doy la vuelta. Sé que no hay nada que pueda hacer para cambiar la situación.

Me alejo de la escena, con la sensación de que he perdido algo importante. No solo he perdido a Malvinas, sino también mi dignidad y mi orgullo.

Mientras camino por el pasillo, escuchó las risas y las burlas de los demás estudiantes. Me siento como un perdedor, como alguien que no es capaz de mantener a la persona que ama.

Llego a mi locker y me apoyo contra él, tratando de procesar lo que acaba de suceder. Me siento confundido, triste y enojado al mismo tiempo.

De repente, escuchó una voz detrás de mí.
Brasil se acerca a mí y me da un abrazo fuerte. "Hey, amigo, no te preocupes por Malvinas. Ella no vale la pena".

Me siento un poco mejor al escuchar sus palabras. Brasil siempre ha sido un buen amigo, alguien en quien puedo confiar.

"Gracias, Brasil", le respondió, devolviéndole el abrazo. "Me siento como un idiota por haberme enamorado de ella".

Brasil se ríe. "No eres un idiota, amigo. Eres solo un romántico. Y eso es algo bueno".

Me siento un poco mejor al escuchar sus palabras. Tal vez Brasil tenga razón. Tal vez yo solo sea un romántico que se enamoró de la persona equivocada.

Brasil me da una palmada en la espalda. "Vamos, amigo. Olvidemos a Malvinas y vayamos a buscar algo de diversión. Te invito a jugar fútbol conmigo después de clases".

Me siento un poco mejor al escuchar su propuesta. Tal vez un partido de fútbol sea justo lo que necesito para olvidar a Malvinas y divertirme un rato.

La danza de dos almas enemigas-UkArgDonde viven las historias. Descúbrelo ahora