Eres mi juego final

Como si fuera la primera vez PARTE 3

ADVERTENCIA: Contenido +18

—Trav...—

Taylor podía sentir como la gigantesca mano de su esposo se estaba trasladado dentro de su camisa, subiendo lentamente hasta sus pechos, donde se postró para acariciarle dicha ubicación, tomó uno de sus pechos bastante decidido a jugar con él, si no podía tener sexo con ella por el momento, sin duda que conseguiría llevarlo a cabo de otro modo, al tantear el lugar, se dio cuenta del enorme crecimiento que estos están teniendo, era increíble como es que su cuerpo se preparaba para la llegada de su tercer bebé, Kelce necesitaba ver, muchas veces no lograba controlarse y regularmente era algo que no le molestaba en absoluto, porque percibía en la cara de su esposa que ella está de acuerdo la mayor parte de las veces con sus actos, consintiendo en todo momento.

—Necesito ver, Tay— dijo seriamente.

—¿Qué es lo que necesitas ver? —

—Cómo están marchando las cosas dentro—

—¿Qué? — dijo riendo. —¿Dentro de dónde? —

—De tu ropa— mencionó, descaradamente.

—Bueno, entonces creo que debes, ¿Revisar? — alzó una ceja.

Travis lo tomó como una clara señal de "siga" y por supuesto que no iba a desperdiciarla, los mellizos estaban durmiendo y era la oportunidad perfecta para hacer lo que su caliente mente le pedía con ansias, con una sonrisa besó a su esposa y luego se adentró en su ropa, él fue demasiado claro en lo que quería, la camisa de maternidad que llevaba en ese momento la rubia era perfecta, puesto a que no era apretada y eso le daba el poder para escabullirse dentro, metió su cabeza yendo directo al par de grandes objetivos que no salían de su mente desde hace rato, sus pechos.

Él como pudo, trató de desabrochar su sostén, eso le estorbaba demasiado, además, por ahora no necesitaba esa prenda de ropa, ya estaban en casa, metiendo sus manos a la parte de atrás de la espalda de la cantante, con una habilidad o mejor dicho, fuerza, arrancó la pieza de ropa, esperaba no haberlo roto y parecer un incivilizado, pero la verdad es que no le importaba, de todos modos, si lo rompía lo remplazaría con otro después, regresando a su idea original, el enorme hombre acomodó su cabeza en medio de sus senos, sintiendo como si fuese el lugar más cómodo del planeta, dejando de lado que tuvo que inclinarse extrañamente para no aplastar a Taylor y dañarla, estando en ese sitio llenó de besos, la rubia tan solo disfrutaba de lo que su esposo le estaba haciendo, no podía negar que es algo que le encantaba.

Travis debía admitir que le obsesionaba todo de su esposa, no estaba seguro de que tan normal o bueno era eso, pero no le importaba porque no dejaría de estarlo tampoco, él continuaba besando cada centímetro de piel, Swift se sentía cosquillear por el vello facial de su esposo, el detalle que le volvía loca siempre, ella no quería encenderse tan pronto, odiaba eso, odiaba cuando sentía la necesidad tan extrema de que su hombre estuviera dentro de ella porque eso le quitaba la gracia y diversión del juego previo, consideraba que eso era un punto también importante para que ambos disfrutaran más del acto y no simplemente concluir con sexo y ya.

—Trav— le acariciaba el hombro, ya que esa parte era la única que podía alcanzar dado a su posición en el mueble de la sala principal, no era el lugar más cómodo, pero tampoco se trasladarían a la planta de arriba, eso les quitaría tiempo valioso.

—Nena— él pudo decir.

El jugador sabía muy bien que parte tocar, por lo que dirigió su atención en el pecho izquierdo de su esposa, tocándolo suavemente, admirando la delicadeza de su piel, pasó su dedo pulgar por su pezón, jugando levemente con él, sabía que en ese instante podía ser una zona bastante sensible por el embarazo, así que lo haría con cuidado, mientras Taylor no mostrara signos de que es algo que le incomoda, seguiría, con su dedo pulgar e índice hacía los movimientos para explorar, después no dudó en acercarse más para poder hacerlo con su boca, si el trasero de la cantante lo volvía loco, sus pechos y cuello estaban peleando por el primer puesto, el cual era una batalla constante por la victoria.