Dothraki x Inmaculado

Parte única

Espero les guste. 

Contenido +18. Bl

Nombres ficticios

Dothraki (Addro)  x inmaculado (Dry Ant/Stone Gaze)

.

Luego de la gran guerra contra la muerte las celebraciones no se hicieron esperar. Mientras los lores brindaban con prudencia, los Dothraki sobrevivientes comían, bebían, peleaban y cogían. 

Como los orgullosos guerreros que eran. 

Comida y bebida les habían dado por montón, y solo faltaba una mirada para que dos guerreros pelearan hasta derramar sangre. 

El verdadero problema era la escasez de mujeres. 

Las pocas mujeres Dothraki ya estaban siendo montadas y su Khaleesi les había prohibido montar mujeres de esas tierras sin tomarlas como esposas. 

Cosa a la cual no se rebajaría.

Addro, un joven y fuerte dothraki que lucía una cabellera trenzada hasta media espalda, admiraba los restos de la batalla desde lo alto de las murallas del castillo, en una pequeña torre de vigilancia. Bebía de un cuerno un licor dulce que no era para nada de su agrado, estaba enfadado, pues no estaba de acuerdo con esa política forzada de tomar mujeres extrañas como esposas, cuando él solo quería calentar su verga en un agujero.

Bebió otro largo trago.

El frío dejaba visible su aliento. 

No quería resignarse a esperar pero no quedaba de otra. 

El sonido de una armadura acercarse le hizo sonreír. Si no podía coger, tal vez podría pelear.
 
Se levantó en silencio con su fiel arma en una mano y el cuerno de alcohol en la otra.

Por la maltrecha entrada de piedra fría, Addro vio a uno de esos rígidos no-hombres de Astapor del ejercido de la Khaleesi, que caminaba despistado quitándose el casco y sin darse cuenta de la presencia del Dothraki, se agachaba a rebuscar en una bolsa de cuero. 

Addro levantó una ceja extrañado. Los no-hombres se caracterizaban por estar siempre alertas. 

Sigiloso se acercó para ver qué sacaba del bolso y no pudo contener una risotada que sorprendió al inmaculado.

El inmaculado pegó un salto antes de ponerse en guardia, a pesar de que no tenía sus armas con él. 

—¿Vienes a esconderte para celebrar? 

Dijo Addro apuntando al bolso de cuero en el suelo con el arma. 

Se fijó en el Inmaculado, su piel morena resaltaba, por supuesto, pero lo que más llamaba la atención eran sus ojos color hierba, como el Mar Dothraki.

El hombre moreno lo miró indeciso de sí responder, abrió y cerró un par de veces la boca antes de hablar.

—Inmaculados no celebrar, muchos hermanos morir

—¿Si? ¿Qué es esa botella que escondes? Se ve como una bebida para celebrar.

—Inmaculados no beben 

—¿Qué haces con ella entonces? 

Ambos se miraron fijamente, curiosos. 

—Es… secreto — respondió finalmente, cauteloso —Tu que hacer aqui? 

—Esperaba que entrara una mujer para follar— dijo sin tapujos y sonrió al notar la incomodidad del otro — Supongo que ustedes tampoco follan…

—No