Parte 9

79 5 0
                                    


–Por favor, Ron– gimió ella, pasando su mano por debajo de su jersey, sintiendo su piel cálida y desnuda. –Necesito. . .

Sus manos bajaron hasta que empezaron a tirar de sus pantalones, desesperada por deshacerlos. Miró hacia arriba cuando lo oyó gemir, observando cómo sus ojos se volvían hacia atrás hasta que no tuvo más remedio que cerrarlos con fuerza. La miseria cruda la desgarraba, las lágrimas recorrían su rostro, pero necesitaba esto, lo necesitaba a él. No le importaba si estaba mal, solo quería que este dolor horrible se detuviera y pudiera bloquear lo que había sucedido. . . Sus padres, ellos estaban. . .

Dejó escapar un sollozo mientras más lágrimas rodaban por su rostro. Ron las secó, sus dedos ásperos en sus mejillas. –Shhh, Hermione, por favor no. . .– ahogó, su voz cargada de emoción. Se inclinó, sus labios presionando tiernamente contra su frente mientras sus dedos se enredaban en sus rizos. –¿Estás segura de que esto es lo que quieres?

–¡Sí!– dijo ella, con los ojos todavía cerrados con fuerza. –Por favor, solo haz que se detenga, haz que el dolor se detenga. . . Por favor. . .

No podía seguir, y de repente los labios de Ron estaban en los suyos, tragándose sus sollozos mientras la besaba torpemente. Un calor sutil se extendió sobre ella, bloqueando el dolor, haciéndola sentir algo además del horror de saber que sus padres estaban muertos. Su lengua se deslizó en su boca, rozando la suya, y ella se arqueó hacia él queriendo más, esperando que nunca terminara.

–¡Despierta!

Hermione se despertó de un salto. Sus extremidades aún estaban pesadas, su mente nublada y podía jurar que todavía sentía el peso de la miseria y la desesperación sobre ella, constriñendo su respiración.

–¡Despierta, despierta!

Abrió los ojos, gimiendo mientras alguien empujaba su pecho. Entreabrió los ojos contra la luz del sol de la mañana, espiando el shock de cabello naranja brillante que entraba y salía de su vista estrecha.

–Philip, por favor, ay– gimió ella, envolviendo sus dedos alrededor de sus pequeños brazos para detenerlo de saltar sobre ella de nuevo. –Me estás lastimando, mamá.

–Hoy viene el tío Harry– dijo él alegremente, saltando una vez más a pesar de los intentos de Hermione de detenerlo. –¡Tío Harry!

–No, cariño, eso es mañana.

–Awwww– dejó de saltar y se desplomó al lado de Hermione, haciéndose un ovillo junto a ella. –Lo quiero hoy.

–No puede venir hoy– dijo Hermione, apartando su cabello enredado de su rostro, todavía tratando de sacudirse el sueño. –Solo un día más. No es tan malo, ¿verdad?

–Malo– repitió él, y Hermione pudo escuchar las lágrimas amenazando en esa sola palabra.

–Vamos, te haré el desayuno– dijo ella, sin saber si su corazón podría soportar que él rompiera en llanto tan temprano en la mañana.

–No tengo hambre– murmuró él, hundiendo su rostro más profundo en el edredón. –Malo. . . Tío Harry.

–Haré tortitas– ofreció ella, tratando de mantener su voz alegre. –Con jarabe. . .

Él levantó la cabeza, con los ojos castaños llenos de lágrimas, mirándola con esperanza. –¿Jarabe?

–Mucho jarabe.

Una sonrisa iluminó su rostro, haciéndolo parecer tanto a Ron que el corazón de Hermione se contrajo dolorosamente en su pecho, especialmente con el sueño de él todavía tan fresco en su memoria.

Más que Recuerdos (Romione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora