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~Liam~

- Sophia!!! Por favor, date prisa!.-grito desde el vestíbulo de mi casa.
- Ya voy Liam!!!!.-me lo devuelve.
Y por fín, después de tres meses sin parar de dar conciertos junto a los tres, que somos ahora, chicos que me llevan acompañando toda mi aventura en el mundo de la fama. Por fín vuelvo a estar con mi chica, esa persona que no he dejado cada día de querer. La amo, la adoro y me encanta...
Aún así, por mucho que diga que ella es la mujer de mi vida, otro lado de mí me advierte de que estoy bastante equivocado, ya que puedo sentir más de lo que llevo con ella, pero nunca consigo hacerlo.
Me agobia los irritantes defectos de esta mujer, vale que todos tengamos uno pero...llevo con ella tanto tiempo que a veces me resulta algo aburrido seguir con esta relación. Su extremadamente inpuntualidad de arreglarse para salir, me pone de los nervios. No puede llevar cualquier cosa ya que es consciente de que los paparazzi nos perseguirán...pero dios mio una hora y media cuando yo estoy esperando en la puerta es un sufrimiento y más en estos momentos, que solo tengo un día para dedicarme a ella. Mañana volveré a mi trabajo.
Pues lo dicho, la puntualidad de mi novia al vestirse es increíble, tanta que siempre nos lleva a discutir...
Pasado ese mínimo de tiempo gastado en ella, salimos de casa para meternos en su coche, que hoy lo conducía yo.
Una vez cerrada la puerta y arrancar comenzaba la discusión.
- La próxima vez, te preparas la ropa por la noche, como los niños pequeños.-espeto harto.
- Oh dios mio, que sorpresa por tu parte sacar el tema.-dice totalmente sarcástica.
- Vale Sophia. Haz lo que quieras y tarda lo que te salga de ahí...porque yo no te voy a volver a esperar dos horas a que te arregles cuando solo tengo un maldito día, y lo dedico a ti.
Resopla y mira por la ventana ignorandome o dando fín a la pelea, bufo y miro al frente conduciendo.
Nuestra relación iba bajando poco a poco por una especie de colina, una muy inclinada. La distancia era nuestro gran problema, por mucho que hablaríamos a todas horas, cuando volvía, ambos nos volvíamos totalmente ariscos.
No entiendo el por qué de esto, pero se notaba, y mucho, eramos menos cariñosos; cuando dormimos no me quedaba como antes tan pegado a ella; y una cantidad enorme de cosas.
Pero bueno...toda relación tiene un defecto...
[...]

Pasamos todo el día dando vueltas por todo Londres, aproveché hasta para dar una pequeña visita a mi familia y después a la de Sophia; la cual me encanta.
Luego fuimos al centro de la ciudad a dar un paseo como las parejas corrientes, de la mano y dándonos pequeños besos mientras caminábamos. Si no fuera por las fans que nos paraban a veces para que me hiciera fotos con ellas, diría que estábamos como un par de novios normales y que se quieren.
Almorzamos en un pequeño restaurante italiano y luego continuamos nuestro paseo por el Palacio de mi ciudad natal.
Al atardecer, nos quedamos observando el Támesis como dos turistas enamorados. Después de ese momento, volvimos al coche donde creí que ya lo bonito había pasado.
Llegamos a casa y preparé la ropa que necesitaba para otros dos meses de gira por Estados Unidos. Cuando había terminado, bajé a la planta baja y vi a mi chica dormida en el sofá.
Sonreí y la cogí en brazos llevándola a nuestro dormitorio, cuando la posé en nuestro cama, despertó.
- ¿Cari...?.-no me quitaba la sonrisa de la boca.
- Nena, descansa.-besé su frente y me tumbé a su lado.
Nos fuimos a dormir bastante pronto aunque valió la pena. Tuve una noche tranquila junto a ella.
[...]

Por la mañana, al día siguiente, levanté a Sophia a las seis de la mañana, una hora después de yo haberme despertado.
Mi avión salía muy temprano y yo ya estaba más que preparado. No dejaba de mandarle whatsapps a Niall para que me dijera donde habiamos quedado.
Suerte la mía que mi preciosa princesa se había vestido rápido y pudimos salir de casa antes de la hora prevista.
Llegué al aeropuerto y el rubio no había llegado aún, por lo tanto facturé mis maletas y esperé junto a mi chica.
- Leeyum!.-dijo Louis nada más cruzar por la puerta. Le saludé con una sonrisa al igual que a su madre y a su dos hermanas; Lottlie y Felicite.
- Nialler mueve el culo!.-dije cuando Niall llegó algo tarde.
Cuando ya estábamos los tres, ya que Harry se quedó en Los Angeles, me despedí de mi novia con muchos besos y un típico 'te quiero y cuídate'. Dije adiós a los acompañantes de Niall y Louis y pasamos la zona de seguridad.
Media hora después, ya nos encontrábamos en un avión para ir a Estados Unidos, más concretamente; Nueva York.

~Where do broken hearts go?~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora