—Jardin con Recuerdos—
El jardín del castillo de los MorningStar era un lugar único en el Infierno, lleno de una belleza oscura y retorcida que solo la familia más poderosa del inframundo podía crear.
Flores negras y rojas se entrelazaban con enredaderas espinosas, mientras pequeños fuegos fatuos iluminaban los senderos serpenteantes. En el centro del jardín, un gran árbol de hojas carmesí se alzaba majestuoso, sus raíces enroscándose como serpientes en el suelo.
Era un día especial, uno de esos raros momentos en los que la familia se reunía para disfrutar de un poco de paz. Alastor, Lucifer, Caín y una pequeña Charlie paseaban por el jardín, sus risas y conversaciones llenando el aire.
-Papá, ¿por qué las flores aquí son tan diferentes a las del Cielo? -preguntó Charlie, su voz infantil llena de curiosidad mientras acariciaba una flor negra que emitía un suave brillo púrpura.
Lucifer, con una sonrisa orgullosa, se agachó a su altura.
-Porque, mi pequeña, este jardín refleja nuestra esencia. Aquí en el Infierno, la belleza es diferente, más oscura, pero igualmente maravillosa. -Alastor, siempre el elegante y observador, se acercó a una de las enredaderas espinosas, tocando una flor con delicadeza.
-Cada planta aquí tiene una historia, Charlotte. Algunas nacieron del fuego y la pasión, otras de la desesperación y la redención. Este jardín es un reflejo de nuestras vidas y nuestros recuerdos. -Caín, que caminaba junto a ellos, señaló el gran árbol en el centro.
-Ese árbol, por ejemplo, lo plantamos cuando naciste, Charlie. Sus raíces son fuertes y profundas, como el amor que tenemos por ti.
-¿De verdad? ¡Es tan grande y hermoso! -Charlie abrió los ojos con asombro.
Lucifer rió suavemente.
-Así es, mi pequeña. Y como el árbol, tú también crecerás fuerte y hermosa.
Los cuatro continuaron caminando, disfrutando de la tranquilidad del jardín. Se detuvieron junto a un banco de piedra, donde Lucifer y Alastor tomaron asiento mientras Charlie corría alrededor, explorando cada rincón.
-¿Recuerdas cuando plantamos las primeras flores aquí? -preguntó Alastor, su mirada perdida en los recuerdos. Lucifer asintió, sus ojos brillando con nostalgia.
-Claro que sí. Era un día como hoy, lleno de esperanza y sueños. Queríamos crear un lugar que reflejara nuestra familia, nuestra historia.
Caín, siempre el más práctico, se sentó en el suelo junto a Charlie, ayudándola a recoger pequeñas piedras brillantes.
-Y mira lo que hemos logrado. Un jardín lleno de vida y recuerdos, un lugar donde podemos estar juntos.
-¡Me encanta este jardín! - harlie, con sus pequeñas manos llenas de piedras, miró a sus padres y a su hermano con una sonrisa radiante.
Alastor y Lucifer se miraron, compartiendo un momento de complicidad.
-Es nuestro hogar, Charlie. Y siempre lo será —dijo Alastor, tomando la mano de Lucifer.
Mientras el sol infernal se ponía, bañando el jardín en una luz rojiza, la familia se quedó junta, rodeada de las flores y los recuerdos que habían creado juntos. El jardín, con su belleza oscura y su historia rica, era un testimonio del amor y la fortaleza de los MorningStar, un lugar donde siempre encontrarían paz y unión.
Alastor despertó con un sobresalto, la nostalgia del recuerdo aún colgando en su mente como una neblina suave. Estaba somnoliento, sus ojos apenas ajustándose a la tenue luz del dormitorio. La habitación, decorada con un gusto exquisito pero oscuro, reflejaba la estética gótica que tanto amaba.
Se incorporó lentamente, pasando una mano por su rostro mientras trataba de despejar la somnolencia. A su lado, el espacio vacío en la cama donde Lucifer solía dormir le recordó la realidad de su soledad en ese momento. Suspiró, permitiendo que el peso del recuerdo se asentara en su corazón.
-¿Cómo llegamos a esto? -murmuró para sí mismo, sus pensamientos aún envueltos en el cálido abrazo del pasado.
El reloj en la pared marcaba las horas lentamente, cada tic-tac resonando en la habitación silenciosa. Alastor se levantó, sus pies descalzos tocando el frío suelo de mármol. Caminó hacia la ventana y apartó las cortinas pesadas, dejando entrar una débil luz rojiza del exterior.
El jardín estaba allí, igual de hermoso y siniestro que siempre, pero ahora parecía vacío sin las risas y las voces de su familia. Alastor sintió un nudo en la garganta, una mezcla de tristeza y anhelo.
-Majestad, ¿está bien? -preguntó una voz suave desde la puerta.
Se giró para ver a Rot, su mayor y mejor creación observándolo con preocupación. A pesar de su aspecto duro y pragmático, Rot siempre había sido atento a los sentimientos de la familia.
-Sí, solo... recordando. -respondió Alastor, intentando sonreír.
Rot se acercó y colocó una mano en el hombro de su amo.
-Sé que es difícil, pero puede superar cualquier cosa, como siempre lo ha hecho, majestad. -Alastor asintió, sintiendo un poco de consuelo en las palabras de su sirviente.
-Tienes razón, Rot. Debemos seguir adelante. Por ahora vamos con Lu. -dijo con tranquilidad.
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Alas de Rebelión . //AppleRadio//
ФанфикSe cuenta que al inicio de la creación había un ángel cuya pasión por la libertad y sus ideales liberales lo hicieron ser conocido como un alborotador. Sin embargo, este ángel se enamoró profundamente del Doncel creado por Dios. En un intento de c...