ᯓ★ capitulo ocho

319 46 43
                                    

El primero.

El sol apenas comenzaba a salir entre las nubes, el frío envolvía los alrededores, todos llegaban e ingresaban a sus edificios con rapidez, deseando llenarse de la calefacción de la universidad

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El sol apenas comenzaba a salir entre las nubes, el frío envolvía los alrededores, todos llegaban e ingresaban a sus edificios con rapidez, deseando llenarse de la calefacción de la universidad.

Wonbin hubiera hecho lo mismo semanas atrás, pero ahora ahí estaba, en medio del estacionamiento con un gorro y guantes para protegerse del frío.

La noche anterior, y todo el fin de semana, había compartido mensajes con el alfa, quedando de acuerdo para verse esa mañana antes de iniciar la jornada escolar.

El omega debía admitir que también se sentía un poco frustrado, haber pasado todo su fin de semana pensando en ello tampoco lo ayudó mucho. La cuestión era que Wonbin no había dejado de pensar en Anton, o específicamente, en sus labios.

Desde ese acercamiento tan peculiar que tuvieron afuera de su departamento, no pudo sacar de su mente la pregunta de a qué sabrían esos belfos. Lo admitía, quería ser besado, al principio le pareció algo loco, pero después de todo, tanto su omega como él ya habían aceptado al cachorro como su alfa.

Tenía sentido.

Bufó, odiaba sentirse tan ansioso. Incluso si no se sentía mal pensar en ello, le molestaba no poder conseguir lo que quería, y él quería ser besado por Anton en ese momento.

—¡Wonbinnie!

El rubio se sobresaltó, iba a reclamarle a ese alfa por asustarlo, pero tener sus brazos rodeándolo lo detuvieron, entonces lo vio, Anton abrazándolo entre su enorme abrigo.

Anton se veía lindo con ese abrigo negro y gorro del mismo color, por lo que se dejó hacer, más cuando el aroma del chico lo llenó.

—¿Qué haces aquí? ¿Por qué no entraste si hace tanto frío?

Wonbin hizo una mueca, sin poder moverse, pues sus brazos quedaron atrapados entre el torso del alfa y el suyo.

—Dijiste que nos veríamos aquí, alfa bobo.

—Hubieras esperado en el auto.

—Como sea, ya estás aquí.

—Ya estoy aquí. —le sonrió atrayéndolo más a su espacio. —Hola, Binnie.

Se inclinó y contrario a lo que Wonbin quería, dejó un beso en cada mejilla.

—Hola, Tonnie.

También le sonrió, porque aunque quisiera besarlo, le daría tiempo al alfa para que tomara la iniciativa. O eso quería creer.

Pasaron varios minutos así, encerrados entre el abrigo de Anton, mirándose y dándose calor.

—Es tarde. —habló Anton. —¿No deberías irte?

Wonbin asintió sin muchas ganas, estaba muy cómodo.

—Te veré en el almuerzo, ¿de acuerdo?

—Si cachorro. —se puso de puntas y besó su nariz, la cual Anton arrugó después del gesto.

My little big love ᯓ★ Wonton Donde viven las historias. Descúbrelo ahora