Capítulo 48

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— ¿Fuiste tú? —Lucas bajó la mirada al recordar como Bruno alguna vez le había dicho la verdad y le imploró que confiará en él.— Pusiste esos celulares en su casa ¿No es así?

— Ingresar a es casa era fácil, conocía todo alrededor.

— ¿Al menos te disculpaste cuando fuiste a su funeral?

— ¿Por qué lo haría? Yo no fui quién lo mató, él se cortó las venas como un cobarde. —Sonrió al ver como Lucas mantenía la mirada fija sobre él.— No me mires así, yo no hice nada.

— Colocaste esas pruebas falsas y me hiciste dudar de mi mejor amigo ¿Cómo-

— ¿Yo lo hice? ¿Estas seguro de eso? Tú dudaste de él, no me vengas a culpar de tus decisiones. —Aclaró al reincorporarse e ir hacía su hermano.— Bruno se suicidó porque tú no confiabas en él, si era tu mejor amigo debías de haber confiado en sus palabras y no lo hiciste.

— Tienes razón, fui yo quien no confío en él.

— ¡Exacto! —Exclamó al aplaudir, dando vueltas alrededor de Lucas.— Entonces ¿Qué harás ahora? —Preguntó esperando alguna reacción fisica, pero lo único que vio fue como su hermano salía por la puerta y se dirigía hacía las escaleras.— ¡¿No harás nada?! —César vio como cerraba el portón sin mirar atrás ni por un segundo, después se escuchó el motor del carro y finalmente solo pudo dar un portazo para volver a beber.—


Ivette terminó una reunión de trabajo, dándose cuenta que su esposo le había enviado un mensaje para preguntarle qué estaba haciendo, era algo rutinario y después de darle una respuesta continúo con sus labores. En la noche, Lucas llegó a la galería después de haber culminado su horario de trabajo y luego de recoger a su esposa pudieron volver juntos a casa.

— ¿Pasó algo en el trabajo? Estas demasiado callado. —Susurró la artista al verlo dejar aquel maletín sobre el sillón.—

— Fui a ver a mi hermano y me enteré que fue él quien creó esa cuenta falsa en redes sociales, él era quién ilusionó a Ana y después acosó a Sara.

— ¿Qué hizo, qué? Por dios, siempre supe que era un bastardo pero... —Vio como el esposo se instalaba en la cocina, preparando la cena.— Yo cocinaré hoy, mañana-

— Está bien, puedo hacerlo.

— No estás bien ¿Cómo podrías estarlo? —Con pasos rápidos fue hacía Lucas y lo sostuvo de la mano con fuerza, afianzando sus dedos.—

— Cometí un error y Bruno terminó así. —La mirada del esposo se cristalizó, bajando un poco la altura se apoyó sobre el hombro de Ivette.— Era mi mejor amigo, ¿Por qué no dudé ni por un segundo que no era el culpable? —Mientras hablaba, la esposa lo tomaba del cabello con suavidad.— Quisiera retroceder el tiempo, para evitar decir esas cosas hirientes... Sí tan solo hubiera sabido que era el último día en que lo vería con vida...no hubiera esas cosas crueles.

— Puedes llorar, está bien.

— Pensé que podía encontrarlo y ese idiota lo confesó como si no tuviera importancia, no sintió ni un poco de remordimiento ¿Cómo fui tan ciego? ¿Por qué era tan tonto? ¿De qué me sirve ser inteligente en los estudios si en la vida soy un estúpido?

— No digas eso, te equivocaste y confiabas en la persona equivocada. Muchas veces nos sucede, yo también confíe en gente que no valía la pena.

— Pero ¿Era tu hermano?

— Eran mis padres.

— Diablos, quiero romper algo. —Confesó al limpiarse las pequeñas lagrimas del rostro, para finalmente recibir un pequeño beso en los labios.—

••• Golden Boy •••Donde viven las historias. Descúbrelo ahora