𝖢𝗂𝗇𝖼𝗈

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Un día, Jimin recibió una nota anónima, escondida en el bolso que llevaba a clases de baile.

"No soy de hacer esto, no te lo tomes mal. Pero quería decirte que bailas hermoso.

Lástima que sea un solo triste, sería más hermoso si te viera sonreír.

Eso también es hermoso.

Te admiro muchísimo".

Sus mejillas se tiñeron de rojo y sus ojos se abrieron ampliamente. Lo primero que se pudo preguntar fue quién era aquel misterioso o misteriosa.

—Lee Jaewook —dijo Minjeong, apareciendo a su lado de la nada y haciendo que pegara un salto. —Alto, cabello corto, con un buen cuerpo—Minjeong asintió, relamiendo sus labios. —Yo que tú le hago caso.

Jimin tenía el rostro muy caliente ahora, había visto a ese chico que siempre llevaba su cabello arreglado, tenía un cuerpo que envidiaría cualquiera y una sonrisa encantadora, iba en el turno anterior a su clase y sólo habían cruzado un saludo amable mientras el se marchaba y Jimin entraba al estudio.

—Jeong... Ya te dije que no iba a salir con nadie de nuevo.

La pelinegra negó.

—Jimin, eres un asco con tus pretendientes —dijo, sin un gramo de sutileza.

—Soy un asco para el amor en general —corrigió

—A ver, Jimin, tambien te gustan los hombres. ¿Qué problema hay? Ve y ámalos, hay muchos chicos guapos que quisieran estar contigo. ¿Estás en una  fase asexual o algo?

La mayor suspiró con cansancio y rodó los ojos.

—La única persona que ame en mi vida es, y serás tú —habló, mirándola, los ojos de Kim se abrieron un poco de más y un ligero rubor apareció en sus mejillas. —Temo que cualquier otra persona me haga acordar de ti, pero es peor que eso, porque cualquier otra persona me hace pensar en ti, Minjeong —caminó de forma silenciosa hacia ella, la pelinegra no se apartó, sólo la miraba sin decir nada. —Porque no hay, ni habrá nadie después de ti, porque aún te amo y a pesar de todo, eso de que no quieres volver conmigo y nunca lo harás, por algo sigues aquí, ¿no?

—Jimin, no-

—Me amas también —afirmó la mayor.

Minjeong rió con algo de vergüenza.

—Claro que te amo, Jimin. ¿Quién no te amaría?

—Ya sabes de qué forma me amas, Minjeong —dijo, para que no le restara importancia. —Sabes que me amas como yo.

La pelinegra se mantuvo sin palabras, Jimin se inclinó hacia ella para unir sus labios en un beso suave, Minjeong cerró sus ojos y disfrutó del contacto, no hubo mucho movimiento ni muchos gestos por parte de ninguna, fue solo una unión de varios segundos, sin nada más.

Jimin lo empezó y lo terminó, se separó para mirarla con cierta pena.

—La próxima clase, vendré antes para ver a ese tal Lee Jaewook.

Y eso fue lo que más le dolió a Minjeong, a ambas en realidad, pero fue uno de los momentos claves que la hacían sentir que en verdad, no tenía nada que hacer allí.

𝖦𝗁𝗈𝗌𝗍 𝖮𝖿 𝖸𝗈𝗎 - 𝖶𝗂𝗇𝗋𝗂𝗇𝖺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora