Build it up with iron bars

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¿Cuántas veces había tomado la misma decisión?

Se suponía que sería la última vez. Solo tenía que llevarse a los hermanos hasta la estación de tren lejos de todos.

Lejos de Noah

Lejos de Alcides Kleós.

¿Por qué ahora estaba escondida en aquel callejón a mitad de la noche, con una herida casi mortal cerca de sus costillas?

Jack maldecía no poder moverse con libertad.

¿Cómo llegó a esto?

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Unas horas antes.

La asesina camina a paso acelerado por las calles de Londres. Confiada, llena de una inexplicable certeza, Jack solo quería llegar hasta su destino.

Ante las amenazas de Sir Noah, quien aún buscaba sus servicios y su dinero, debía agregar la presencia del extranjero que la había salvado.

Ese pensamiento hizo que se detuviera un instante. Ya estaba lejos del alcance de Alcides Kleós. Ahora a podía pensar en él. Pensar en los motivos que lo llevaron a protegerla de Noah.

No lo conocía pero aquel hombre sabía demasiado de ella. Seguramente sospecha de su identidad como Jack el Destripador. Aún si no comprendiera del todo cómo, Alcides la había encontrado dos veces.

Solo le quedaba salir de Londres de una vez por todas para evitar una tercera.

Reanudó su paso, pe diente de los policías que comenzaban a caminar en la misma dirección. Buscaría a los niños. Esperaría en su habitación con todo lo necesario y lo sacaría de allí.

El dinero ya estaba listo, sus documentos también. Solo debía esperar la llegada de los hermanos. Sin embargo, no contaba que a cada paso más cerca la presencia policial aumentaba.

¿Era posible que la hubieran descubierto?

No se detuvo.

Gran parte de la calle contaba con la presencia policial. Sin impedir el paso. Al parecer solo estaban patrullando el lugar.

Cuando ya quedaba pocos metros para llegar a su "hogar", aumentó su paso y cerró la puerta detrás inmediatamente. De alguna manera, sentía que no podía controlarse.

¿Por qué su cuerpo parecía indomable a su voluntad?

Respiraba con dificultad. Tenía que mantener a raya sus emociones. Debía ser fuerte y fría ante Alcides ante Sir Noah, ante cualquiera que amenazara a sus seres queridos.

-¿Jack, te encuentras bien? - escuchó de pronto la voz de la joven Alice a su espalda. De alguna manera, controló su sobresaltó y respondió:

-¿Alice?....¿Por qué... Estás aquí?- no quería alertarla aún no era el momento.

- La policía estaba investigando Witchapel y el dueño de aquella posada nos concedió permiso para regresar. Es muy posible que .... Creo que tenía miedo por nosotras... Por quienes trabajamos ahí - dijo acercándose a la asesina - ¿Te encuentras bien? No me mientas, por favor.

Eso tenía sentido, a veces, olvidaba que para los demás ella era un monstruo. El mayor asesino para Londres. Aquel hombre no era como otros y protegía a su manera a dear lady.

-Estoy bien... No te preocupes, my sweet. Pero será mejor que me escuches - dijo con calma la mayor para después verla  a los ojos. Con lentitud, se quitó el monóculo para dejarlo sobre una mesa cercana-  debemos irnos a la estación... Debemos irnos está noche.

Aquel rastro de luz ☄️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora