Entre notas [TERMINADA]

Epílogo

— ¡Jeon Jungkook!

La voz grave de Taehyung resonó por las paredes de la casa vacía, haciendo que Jungkook se encogiese como un cachorro asustado. Si su novio desde hacía 8 años le llamaba por su nombre completo, solo podía significar dos cosas: Que estaba enfadado, o que estaba muy, muy enfadado. Y ninguna de las dos alternativas sonaba muy apetecible. Asomando la cabeza por el marco de la puerta, vio el pelo castaño de su pareja de espaldas, sus dos brazos en jarras en su cintura mirando uno de los muebles recién montados.

— ¿Sí, mi amor? —preguntó Jungkook con voz inocente, acercándose con cautela para abrazarle.

— No, no, no...—empezó a decir Taehyung, reforzando el mensaje moviendo el dedo de un lado a otro desaprobatoriamente— "Mi amor", no. ¿Me puedes explicar por qué demonios tengo el armario del dormitorio montado en mitad del salón?

— Es que era muy incómodo montarlo directamente ahí, así que he decidido montarlo aquí, y así tener más espacio—respondió Jungkook orgulloso.

— Muy bien, cariño—dijo Taehyung con una sonrisa, pero por el tono de voz, Jungkook supo que estaba siendo sarcástico— ¿Y cómo piensas subirlo por las escaleras?

— ¡Oh, es fácil, solo hay que tumbarlo, y...

— ¡Jungkook, las dimensiones del armario superan con creces las de la escalera! —dijo Taehyung fingiendo llorar.

— ¿Estás seguro?

— ¡Claro que estoy seguro!

Ambos se quedaron en silencio unos segundos mirando el enorme armario que casi tocaba el techo, hasta que Jungkook rompió el silencio nuevamente, tratando de aguantarse la risa.

— La he cagado pero bien, ¿eh? —dijo Jungkook, rascándose la nuca con una tímida media sonrisa.

— Todo lo que tienes de encantador lo tienes de idiota—respondió Taehyung, sin poder resistirse a sonreír— No pienso convertirme en el capítulo ese de FRIENDS en el que tienen que subir el sofá de Ross a su nuevo apartamento. Mañana lo vas a desmontar, lo vas a subir y lo vas a volver a armar. Y como tenga que volver a llamar a los de la tienda de muebles porque has perdido la mitad de los tornillos y no sabes dónde van las piezas, juro por Dios que convierto tu amada guitarra en serrín.

— ¿Y no me ayudarás? ¿Ni un poquito? —preguntó Jungkook con un puchero en los labios.

— Oh, por supuesto que te ayudaré. Te daré palmas para animarte y te dejaré que pongas a prueba la resistencia del somier de la cama cuando termines jugando juntos al teto -respondió Taehyung con una sonrisa maliciosa, dándole una palmada juguetona en el culo- Y ahora, vámonos, que como llegue tarde al auditorio mis compañeros me va a matar.

Desde que terminó el conservatorio, lo cierto era que Taehyung no había parado de trabajar: Un seleccionador de la orquesta filarmónica de Seoul vio en él potencial, y le seleccionó como joven promesa durante sus últimos meses como estudiante. Por supuesto, al principio solo era un sustituto más de los segundos violines, pero poco a poco fue haciéndose un hueco hasta llegar a ser titular como primer violín.

Pero aquel día era especial. Por primera vez, iba a tocar una pieza solista con toda la orquesta, dirigido además por uno de los mejores conductores del momento. Y claro que sus conciertos de fin de curso y sus días interminables tocando en la calle le habían preparado para ello, pero ver el primer sueño que se había atrevido a tener cumpliéndose hacía que sus emociones estuvieran a flor de piel.

Mientras Jungkook conducía por las calles del que pronto sería su barrio, Taehyung reflexionó acerca de todo lo que habían vivido juntos durante aquellos años, y una sonrisa se pintó en su cara. Peleas y reconciliaciones. Viajes en pareja y viajes en familia. Terminar ambos el conservatorio. El primer concierto de Taehyung en un auditorio profesional. El primer contrato discográfico de Jungkook con Behind The Scenes (aunque finalmente decidieron acortarlo y llamarlo "BTS"). La primera vez que Jungkook y BTS tocaron en un estadio como teloneros. Y hace apenas un par de semanas, la compra de su primera casa en común.