༺~ [Capitulo veinticinco] ~༻

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"Lo arruiné, felicidades, Socqueline, no pasó ni un mes con tus nuevas habilidades y alguien ya lo sabe y posiblemente ahora no quiera saber nada de ti por ser un bicho raro, además sin contar el hecho que defraudaste a tu abuelo y a tus padres a dejar que un secreto de más mil años saliera a la luz por un estornudo".

Con mi actitud de muerto en vida arrastro los pies hasta salir del salón, agradeciendo que sea la última clase del día.

No pude dormir después que salí del centro de patinaje pensando en demasiadas excusas y contando los nervios. Fue una nueva racha de insomnio.

Pero todo empeoró cuando llegué al salón. Pensé que sería lo mismo: yo lo evito y Luka aparecerá, pero por alguna razón Luka no se acercó en todo el día, casi siempre ignorándome cuando me decidía a espiarlo.

"Creo que se veía venir, él no es nada mío para correr tras de mí en cada problema que tengo, después de todo yo soy la que corre".

Pero, ¿qué sucede si decide contarle a todos lo que vió, aunque parece improbable, ya que Luka no es de los que haría eso? Pero, ¿qué pasa si es de los que piensan que es raro que otro tipo de "poderes" que no sean a los de Ladybug y Chat Noir aparezcan de repente?

"¿Y si piensa que soy una akumatizada?"

Gruño un poco intentando calmar mis pensamientos.

Ahora lo que necesito es ir a casa y dormir mis horas de sueños faltantes para dejar de pensar en eso, aunque sea por unas horas.

Detengo mi arrastre cuando a unos pasos adelante mío Luka aparece de quien sabe dónde.

— Hola...

Es lo único que dice; detengo mi caminar.

—Socqueline, sé que has pasado por muchas cosas, y sé que estás luchando con muchas, y también sé que no te puedo obligar, ya que eso se vería muy mal, pero... Si necesitas hablar... te prometí que estaría para ti y aquí estoy.

Se detiene a medio terminar y yo me enderezo e inhalo intentando agarrar coraje, pero todos mis problemas se avalanzan sobre mí, creando una gran ola de confusión y miedo.

— ¿De verdad puedo contarlo? ¿Cómo sé que después de eso no causará peores cosas?

Mi vista se empiza a nublar y mi garganta se cierra haciendome difícil hablar.

—Ni siquiera le he contado a mis padres por el temor de que les suceda algo atroz. Pero ya no puedo, ya no puedo.

Mi cuerpo empieza a temblar y me agacho para abrazarme a mí misma.

"No soy alguien fuerte, no puedo con todo, aún sigo teniendo miedo, que se pudra la resilencia, cada vez siento que no voy a ningún lado mientras me descoso lentamente, no puedo engañar a nadie, no soy especial, todo esto me pasó simplemente porque al universo le dio la gana de hacer un show y yo quedé en medio de todo".

Siento como alguien me abraza y salgo del estupor para darme cuenta que estoy hipando y mi cuerpo se siente frío.

—Entonces déjame demostrarte que el mundo no se caerá si dices lo que sientes, y si por alguna razón sucede, yo estaré contigo.

Su mano se mueve a mi hombro y después de un rato me ayuda a levantarme.

Un poco confundida me guía hasta la sala de música.

—Ya no habrá nadie hasta las dos y como soy el encargado podría decirse que es el mejor lugar.

Se jacta un poco jugando con las llaves mientras se sienta en una silla cercana.

De reencarnaciones, guardianes y otros problemas. Por Socqueline WangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora