La lucha por ser libre

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Mi yo adulta:

Llevo años intentado comprender los errores de la sombra de mi pasado, esa sombra que me persigue y no me deja avanzar, la que me hace llorar, me susurra mentiras y me hace sentir como una víctima.

Soy una persona imperfecta con cicatrices y miedos, pero estoy cansada de dejar que me definan.

Mi pecho se siente oprimido, como si un peso invisible me aplastara.
Mis manos temblan incontrolablemente, como si tuvieran vida propia. Es una lucha constante entre mi cuerpo y mis sentimientos, como si estuvieran en guerra.

Llevo años cargando estos sentimientos, como una mochila pesada que no puedo dejar de lado. A veces, intento cubrirlos con risas y sonrisas, pero al final del día, las lágrimas me traicionan y me dejan sin aliento. Mi mente no entiende por qué, pero mi cuerpo recuerda y reacciona sin explicaciones.

Está soy yo: una mujer de 28 años que busca sanar y agradecer La herida de la infancia es muy importante, te define para toda la vida, la herida del rechazo de tus padres puede cambiarte y dejarte en soledad. O pero aún, que ellos se desprecien tanto que te lastime y afecte en tu vida adulta

Cuando pienso en mi infancia, siento tristeza, y me hago preguntas como ¿qué pasaría si hubiera sido diferente?

En estos momentos soy feliz con mi familia, estoy llena de amor. Pero la niña de 8 años sentada en el columpio del patio, triste esperando a que sus padres la consolaran. 

Está es ella, tiene 6 años y su vida estaba empezando a cambiar como la conocería hoy en día...

Gracias por no amarse Donde viven las historias. Descúbrelo ahora