Serizawa está enamorado de su jefe, al no imaginarse siendo correspondido, decide mantenerlo en secreto, pero como Hoyuelo disfruta de ver el mundo arder, expone su secreto, sólo para que las cosas se compliquen.
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Arataka se levantó de su escritorio para observar el anaranjado atardecer por la ventana, mientras que las voces de sus empleados llenaban la oficina, él no estaba incluído en la conversación aunque le daba gusto ver cómo ese trío hablaba tan animadamente sobre el sofá de la oficina, pero sobre todo agradecía la presencia de Tome y Shigeo, con ellos en la oficina las cosas no parecían tan tensas entre Serizawa y él.
Aunque la realidad era otra, ahora cada palabra que le decía Serizawa parecía haber sido bien pensada con anticipación, ya no sostenían conversaciones largas, los silencios del castaño resultaban en lapsos más largos que antes, y por consecuencia Arataka decidía quedarse callado también, para evitar molestarlo, tan sólo llevaban un par de días actuando así, pero él ya estaba harto.
Le gustaba pensar que Serizawa también extrañaba sus interacciones anteriores a la confesión.
Observó la hora en su reloj, ya faltaba poco para poder irse a casa, pero Reigen apuró las cosas gracias al creciente apetito que tenía.
ㅡOigan, ¿Quieren ir a comer?ㅡpropuso, interrumpiendo la conversación de los otros tresㅡYa podemos cerrar la oficina, nadie más vendrá, sólo quedan diez minutos...ustedes tres elijan el lugar, yo pago todo.
Con eso último, Reigen se aseguró de que al menos Katsuya se sintiera un poco comprometido, para así tratar de evitar que rechazara la propuesta.
ㅡPor mí está bienㅡrespondió Mob, poniéndose de pie.
ㅡSe me ocurre que podemos ir a ese nuevo restaurante, ¿Lo han visto?ㅡ les dijo Tome, levantándose del sofá mientras tiraba del brazo de Serizawa para animarlo a ponerse de pieㅡEn ese lugar ofrecen todo tipo de comida occidental.
Reigen recordó que pasó frente a ese restaurante hace unos días, le dió la impresión de que era costoso comer ahí, pero se dió cuenta de que en realidad no le importaba gastar de más, con tal de pasar el rato con ellos.
ㅡEntonces iremosㅡse inclinó un poco hacia su escritorio para apagar la computadora.
ㅡ¿Hoy tienes clases?ㅡescuchó que Mob le preguntaba a Serizawa.
ㅡNo, hoy no.
Una idea llegó demasiado rápido a la cabeza de Arataka, sabía que no podía permitirse desaprovechar la oportunidad.
ㅡSerizawa, podemos ir a beber después de cenar, si quieresㅡofreció con una sonrisa casual.
El castaño quedó un poco aturdido después de escuchar la invitación, estuvo a punto de objetar para negarse, pero ¿Con que propósito? Sólo le avergonzaba estar completamente a solas con Arataka, pero eso no significaba que no quisiera estar con él, lo deseaba más que cualquier otra cosa, aunque se tratase de una simple salida entre amigos.
ㅡClaro que sí, señor Reigen.
ㅡ¡Oigan! Pero Kageyama y yo somos menores de edadㅡrefutó Tome, quién ya abría la puerta de la oficina para salir junto a ShigeoㅡNo podemos beber.
