Chiara Oliver
¿Alguna vez habéis tomado una decisión y os habéis arrepentido al segundo? Bueno, podéis imaginaros de lo que estoy hablando. Cuando hablé con Ruslana en la playa, me sentí poderosa, con ganas de demostrarle a ella y todo el mundo que había pasado página y que estaba viviendo mi mejor vida, lo cual no era del todo mentira. Al fin y al cabo, estoy viviendo de la música, el amor de mi vida que nunca me ha fallado.Pero toda esa seguridad no sé a donde se ha ido, lo único que sé es que estoy sentada en mi cama, mirando fijamente mi maleta, y esperando a que llegue Martin para llevarme a la cabaña. Al día siguiente de mi escarificadora conversación con mi mejor amiga, llamé a mi otro ojito derecho para ponerle al día y, claramente, pedirle consejo sobre qué hacer. Tras un par de grititos de emoción, se unió al movimiento colectivo de obligarme a aceptar, tanto fue así que se ofreció a llevarme él mismo hasta la cabaña. En la invitación ponía que no hacía falta confirmar asistencia, solamente acudir a la dirección del complejo turístico. A una parte de mí le encantaba imaginar cómo estaría ella con todo esto. ¿Estaría nerviosa por verme? ¿Se habría arrepentido? Solo hay una manera de comprobarlo
- Hey, Keeks. Martin is here- La voz de mi hermana me sacó de mis pensamientos. Yo me limité a asentir y a recoger mis cosas. Una vez que bajamos hasta la planta de abajo, Jasmine me puso una mano en el hombro en señal de que quería decirme algo
- Everything is gonna be fine. Tú solo respira hondo antes de verla y disfruta. No olvides que fue tu mejor amiga desde primaria, haz que se sienta especial en su día pero también cuídate mucho ¿vale? Yo estaré atenta al móvil por si necesitas hablar
- Gracias, Jas - Le dediqué una sonrisa que no solo salía de mis labios, también de mis ojos
- Anda ve, que a este paso a Martin le sale la barba completa de tanto esperar - Me reí ante su comentario y me dispuse a salir de casa. El coche de mi mejor amigo me esperaba justo en frente y antes de cruzar miradas con el vasco, me giré a mi hermana y le dí un sentido abrazo que decía todo aquello que el tiempo no me permitía pronunciar
- Bonjour, Kiki- Me saludó mi amigo una vez que me subí al coche. Se le veía emocionado por la situación
- ¿Un año viviendo en París y ya se te ha olvidado el español, Pumuki?- Pregunté con gracia
- Creo que precisamente tú no estás para decir nada en cuanto a los idiomas
- Touché- Tras esa breve interacción, nos dimos un abrazo fuerte pero breve. Se ve que no había tiempo que perder.
- Nos queda una hora y media de camino y quiero estar preparado - Comenzó a hablar pero yo no sabía por dónde iban los tiros, así que fruncí el ceño y dirigí mi mirada a su perfil- ¿Quieres que hablemos del tema o simplemente vamos a fingir que no te estoy llevando a reencontrarte con el amor de tu vida después de no haberos visto en 7 años? - Al oír aquello, solté un largo bufido y rodé los ojos mirando al frente, intentando concentrarme en el paisaje
- Martin, no hay nada de lo que hablar. Sí, va a ser incómodo. Sí, no sé cómo me voy a sentir. Pero ya está. He tenido estos días para mentalizarme
- ¿Sabes quiénes van a ser el resto de damas de honor?
- ¡Yo que voy a saber! Supongo que serán Tana y Denna pero sinceramente, no es mi principal preocupación
- Ya lo sé - Contestó con obviedad- Lo pregunto porque al menos así sabrías con quien más vas a tener que organizar esta boda del demonio y entretenerte un poco entre tanto drama
- Vaya, veo que tu tampoco tienes muchas ganas
- Sabes perfectamente que Lucas no era santo de mi devoción. Era un chulo con la cabeza hueca al que le hablabas de Lorca y te preguntaba en qué equipo de fútbol jugaba - Ese comentario hizo que soltara una pequeña carcajada, sobre todo porque era cierto- No sé qué vio Violeta en él
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Dama de Honor | Kivi
Fiksi PenggemarTenía la vida de ensueño. Lujos, caprichos por doquier, y podía decir que todo se lo había dado el amor de su vida: la música. Pero, tras recibir una invitación inesperada, sus miedos más profundos volverán a salir a la luz como si nunca se hubiesen...