05:❝𝐇𝐀𝐁𝐈𝐓𝐔𝐀𝐋❞

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— Jasmine Gómez.

Empecé a leer el diágnostico, la sangre se me congeló, cada cosa que leía era algo negativo, terminé y no había ni una sola cosa positiva, alcé mi cabeza y pudé visualizar a mi padre, que estaba esperando con una sonrisa a mis palabras. Solo suspiré, y con mis manos temblando se lo entregué, y comenzó a leerlo.

Al acabar, solo pudó abrazarme mientras llorábamos los dos, estábamos destruidos totalmente, no sabía que iba a pasar, pero no quería que mi padre se marchará, todavía tenía sueños y metas que lograr, y las iba a hacer, de eso estaba muy segura, trabajó mucho toda su vida, se lo merece.

— Hija, ¿me prometes una cosa? — se secó las lagrimas y me tomó de las manos, yo tan solo asentí. — Cuándo me vaya, prometéme que vas a ser feliz aún así, encontrarás al hombre de tus sueños y cuidarás a tu hermana.

— Papá, basta. — subí el tono de voz. — No vas a morir, en un tiempo mejorarás y saldrás de aquí, ya lo verás.

Él tan solo negó con la cabeza y me dió la espalda, quería dormir y lo entendía, debido a las pruebas no pudo pegar ojo, le di un beso en la mejilla y salí de la habitación para dejar que descanse, firmé algunas cosas en recepción y salí del hospital, aguántandome las lágrimas, cuándo llegué a mi casa, me derrumbé.

Lloré cómo nunca antes había llorado en toda mi vida, quería salir con mis amigas, disfrutar mi joventud, pero me sentía literalmente cómo una mujer de 50 años, que no se le permitía hacer otra cosa que trabajar y estar centrada en su casa o en sus hijos, en mi casa era mi hermana, pero era casi lo mismo, igualmente tenía que cuidarla.

Hablando de ella, sentí unos brazos envolverme mientras me acariciaba el cabello, cómo veía borroso, me limpié los ojos y ví que era ella, Flora, había vuelto de su excursión hace unas horas, y yo no me había acordado de ella, ni siquiera respondí sus llamadas, debería de estar muy preocupada, pero no dijo nada, solo me abrazó mientras intentaba calmarme.

— ¿Jas, qué te ha pasado? — dijo, en voz baja.

— Flora, perdóname por no habértelo contado... — le abracé más fuerte y ella se dejó. — Te mentí, papá no se fue de vacaciones, él.. él esta en el hospital.

— ¿De qué estás hablando? — me empujó y se levantó del suelo. — ¡¿Qué le ha pasado, qué le has hecho!?

Eso me dolió mucho, mi hermana estaba al borde de las lágrimas, pudé verlo ya que tenía los ojos cristalizados, debido al empujón, caí al suelo, pero me levanté acto seguido y la llevé hacía el sofá, para poder explicarle todo detalle a detalle.

— Lo siento, lo siento mucho. — intenté sonreír, pero no pudé. — No te lo conté porque sabía que te iba a doler, y decidí cargar con el peso yo sola, se que no estuvo bien porque tu también tenías el derecho de saberlo.

— Ya esta, tranquila. — tragó saliva. — Todos cometemos errores. — lágrimas rodaban por su rostro. — ¿Papá se va a recuperar, no?

— No lo saben. — me costó decir esas palabras. — Su diagnóstico esta medio que, pero hay posibilidades de que se recupere. — me abrazó y empezó a llorar.

Ahora era yo la que le consolaba, la entendía tanto, pasó de estar muy feliz a estar triste y pensar que lo había perdido absolutamente todo, pensó que ya no tenía más razones de vivir, que todo se habia ido a la mierda, y asi era, pero yo iba a cuidar de ella, yo iba a ser su figura materna.

— Cariño, yo me voy a hacer cargo de tí, ¿vale? — solo asintió y no se despegó de mí, no pudé evitar sonreír. — Te quiero Flora, siempre juntas.

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⏰ Última actualización: Aug 09 ⏰

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Rosas - Lamine YamalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora