El sol estaba en su punto más alto cuando Spreen decidió que había llegado el momento de hacer algo drástico. Había estado pensando en cómo podría salvar su relación con Roier, y en su mente, la única solución era ofrecerle algo que él creía que Roier valoraría. Aunque no se lo diría a Roier, pensó que entregarse por completo podría salvar lo que quedaba de su relación.
Se vistió con esmero, eligiendo cuidadosamente una ropa interior provocativa y ajustada que sabía que destacaría sus nuevas curvas. La ropa normal que llevaba encima parecía ordinaria en comparación. Con el corazón acelerado y una mezcla de ansiedad y esperanza, se dirigió a la base de Roier.
Al llegar, se encontró con que Mariana, la otra persona que vivía allí, había salido de exploración por un par de días, dejando a Roier solo. Spreen vio esto como una oportunidad perfecta. Esperó con paciencia, su mente llena de pensamientos confusos, mientras Roier estaba en el baño.
Con cada segundo que pasaba, su determinación crecía. Finalmente, cuando estaba seguro de que Roier no estaba cerca, comenzó a desnudarse lentamente, quitándose la ropa exterior y dejando solo la provocativa ropa interior que había elegido. Se colocó en una pose sugerente, esperando que Roier saliera del baño.
Cuando Roier regresó, sus pasos resonaron en el pasillo. La puerta del baño se abrió, y él entró en la habitación con una expresión que rápidamente se tornó de sorpresa a deseo al ver a Spreen en la posición en la que se encontraba. Su mirada se llenó de lujuria mientras se acercaba, notando el contraste entre la ropa interior femenina y la figura de Spreen.
-¿Qué estás haciendo, Spreen?- preguntó Roier con un tono que combinaba curiosidad y un ferviente deseo.
Spreen levantó la mirada, tratando de ocultar su nerviosismo tras una sonrisa seductora. -Solo pensé que podría hacer algo especial por ti, algo que demostrara cuánto te aprecio.
Roier se acercó más, su mirada fija en la figura provocativa de Spreen, sintiendo cómo el deseo se apoderaba de él. Se detuvo frente a Spreen, sus ojos recorriendo cada detalle con intensidad.
-Vaya... No sé qué decir. Esto es inesperado- murmuró Roier, su voz cargada de deseo.
Spreen, a pesar de la creciente incomodidad, mantuvo su pose y susurró con un tono tentador. -Solo quiero que sepas cuánto significas para mí. Espero que esto te guste.
Roier, sin poder ocultar su excitación, se acercó aún más a Spreen, sus manos tocando la piel expuesta y provocativa. El ambiente estaba cargado de tensión y deseo, y para Spreen, este acto era su último intento desesperado para salvar lo que sentía que se estaba perdiendo entre ellos.
Mientras Roier continuaba su acercamiento, Spreen se preguntaba si este sacrificio realmente haría la diferencia. Pero en ese momento, todo lo que podía hacer era esperar y ver si este acto podría, de alguna manera, reparar la relación que tanto deseaba salvar
-Con que quieres tener sexo, ¿no? Pues eso es lo que te daré...
Roier miró a Spreen con una mezcla de burla y deseo, sus palabras flotaban en el aire cargadas de una expectativa que solo él entendía del todo. Spreen, temblando de emoción y miedo, se había esforzado durante semanas para cumplir con las expectativas que Roier había plantado en su mente. En el mundo en el que vivían, la necesidad de ser aceptado y amado podía empujar a alguien a límites insospechados. Ahora, de pie frente a Roier, la realidad de sus decisiones se volvía palpable.
Spreen se desnudó lentamente, su nerviosismo palpable en cada movimiento. Su corazón latía con fuerza, y el miedo a lo desconocido se mezclaba con la emoción de estar tan cerca de Roier, a quien había idealizado durante tanto tiempo. Cada prenda que caía al suelo parecía una barrera que se desmoronaba, dejándolo expuesto no solo físicamente sino emocionalmente.
Roier, con una mirada que combinaba el poder con el placer, se acercó a él. El ambiente estaba cargado de una tensión que parecía palpable. Roier lo tocó con una mano firme, casi como si estuviera evaluando su sumisión, su dominio sobre él. Spreen sintió una mezcla de alivio y desolación; había logrado atraer la atención de Roier, pero a un costo que parecía más alto de lo que había imaginado.
El encuentro no se desenvolvió como Spreen había esperado. Lo que había imaginado como un momento de conexión íntima y amorosa pronto se reveló como una experiencia que solo servía para alimentar el ego de Roier. En lugar de un acto de amor mutuo, era una demostración de poder y control. Roier estaba centrado en su propio placer, mientras que el entusiasmo de Spreen se desvanecía en una sensación de anhelo, deseo, emoción por creer que eso sería suficiente para que lo ame como el lo ama a el.
Roier busco entre sus cajones, que siempre estaban preparados para cualquier ocasión, por lo que sacó unos condones y lubricantes, mientras sonreía con burla
-y pensar que eres el mas tryhard de todo el Servidor...que lo tengo ahora...aquí abajo rogando por qué le rompa el culo hermoso y redondo que tienes..- dijo con burla y lujuria mientras sonreía -solo eres una puta necesitada por una verga- dojor iendo mientras palmeaba el tracero de Spreen, para luego desnudarse el mismo, y ponerce el condon.
Roier puso el lubricante en sus dedos, y luego lo paso por la entrada de Spreen, jugando con ella, mientras escuchaba como Spreen gemia, y jadeaba entre insultos ante eso.
Una vez lubrico por fuera, metió de golpe los dedos dentro de Spreen, haciendo que gima alto, casi gritando de placer, mientras movia sus caderas en busca de más placer. Cuando Spreen estuvo lo suficientemente lubricado, saco sus dedos y empezó a alinear su pene en el culo de Spreen, quien gimió aún más alto que antes.
-ves lo que te digo...lindo osito...parece peor que una perra en celo- dijo palmeamdo su culo dejándolo rosado, mientras aunas fuerte de lo que ya lo hacía.
Una vez Spreen estuvo listo, empezó a mover sus caderas, en busca de más placer, cosa que Roier aprovecho para moverce, haciendo a Spreen un mar de gemidos.
En la habitación de Roier solo se escuchaban los gritos, gemidos, jadeos y gruñidos de ambos, quien disfrutaban demaciado, uno solamente por puro placer, y el otro entre la mescla de lujuria placer, y amor, solo uno de los dos saldría ileso de esa tóxica relación.
Cada caricia de Roier parecía una marca que dejaba una impresión más profunda en la mente de Spreen que en su piel. Las palabras de Roier, siempre seductoras, La promesa de amor que Spreen había buscado se convertía en una farsa, una ilusión que se rompía ante sus ojos. La desesperación de Spreen crecía con cada momento que pasaba, su deseo de ser amado se había convertido en una trampa que no podía escapar.
Finalmente, cuando el acto llegó a su fin, Roier se apartó con una satisfacción que no tenía nada que ver con el bienestar de Spreen. Spreen, en su vulnerabilidad, se dio cuenta de la cruda verdad: había entregado su cuerpo en un intento de obtener algo que jamás podría conseguir a través de actos físicos. Lo que había querido era amor y aceptación genuinos, pero lo que recibió fue una lección amarga sobre el verdadero valor de uno mismo y los límites que no deberían cruzarse en nombre del afecto.
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¿Cuando sería el día que lo amen realmente?
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𝙃𝔢𝑟𝔪𝑜𝑠𝑎 𝙍𝔬𝑠𝔞 𝙈𝔞𝑟𝑐𝔥𝑖𝑡𝔞 -ˢᵖʳᵉᵉⁿ ᵇᵒᵗᵗᵒᵐ-
Randomdónde Spreen es un lindo osito fuerte, y perspicaz se enamoraría de cierta persona, la cual "correponderia a sus sentimientos, pero no todo seria color de rosas 𝑨𝒅𝒗𝒆𝒓𝒕𝒆𝒏𝒄𝒊𝒂𝒔... 𝑪𝒐𝒏𝒕𝒊𝒆𝒏𝒆: 𝙎𝙚𝙭𝙤, 𝙢𝙖𝙣𝙞𝙥𝙪𝙡𝙖𝙘𝙞𝙤𝙣, 𝙢𝙖𝙡...