La música resonaba como un pulso vibrante a través de las paredes de la vieja mansión, convertida en el epicentro de la fiesta clandestina más comentada del semestre. Las luces danzaban en el techo, reflejando un caleidoscopio de colores sobre la multitud de estudiantes que se arremolinaba en la pista de baile. Sofía se abría paso entre ellos, tratando de mantener el equilibrio entre sentirse parte del bullicio y no perderse completamente en él. Sus sentidos estaban sobrecargados, pero había algo embriagador en el ambiente que le decía que esta noche sería especial.
—No puedo creer que hayas venido—le gritó Clara al oído, sobre el rugido de la música. Clara, con su cabello rizado y ojos vivaces, recordaba a una joven Emma Watson con su energía contagiosa y su espíritu aventurero. Sofía sonrió, encogiéndose de hombros. Sabía que Clara tenía razón. No era común en ella aceptar invitaciones a fiestas, especialmente en medio de una semana de exámenes. Pero esta noche había decidido hacer una excepción, impulsada por una curiosidad que no podía ignorar. Era como si el destino la hubiese guiado a este lugar.
Mientras observaba el mar de rostros familiares, sus ojos se detuvieron en uno en particular. Nicolás, con su chaqueta de cuero y su actitud despreocupada, estaba de pie en el extremo opuesto del salón. Estaba recostado contra la pared, con una sonrisa divertida mientras conversaba con un grupo de amigos. Con su cabello oscuro cayendo desordenado sobre su frente y sus ojos de un azul intenso, tenía un aire que recordaba a un joven Ian Somerhalder, con una mezcla de atractivo y misterio. Había algo en él que siempre captaba la atención de Sofía, algo que iba más allá de su reputación de chico malo.
Mientras los minutos pasaban, Sofía se dio cuenta de que sus pensamientos estaban cada vez más enfocados en Nicolás. Recordaba las historias que había escuchado sobre él, historias de escapadas nocturnas y desafíos imprudentes que lo habían hecho famoso en la universidad. Sin embargo, había otra historia, una que se rumoreaba en voz baja, que hablaba de un lado más amable y protector que pocos llegaban a ver. Se preguntaba cuál era el verdadero Nicolás y por qué le importaba tanto descubrirlo.
Nicolás levantó la vista y sus ojos se encontraron con los de Sofía a través de la multitud. El mundo pareció detenerse por un instante, congelado en la intensidad de aquella mirada. Fue un momento que no podía ser casualidad, una chispa que encendió una conexión inexplicable entre ellos. Sofía sintió una oleada de calor recorriendo su cuerpo, como si la música y la multitud hubieran desaparecido, dejando solo a ellos dos en un universo paralelo donde nada más importaba.
—¿Quieres conocerlo?—Clara interrumpió sus pensamientos, siguiendo la dirección de su mirada. Su sonrisa era amplia, cargada de picardía y complicidad.
Sofía, con su cabello castaño liso y grandes ojos verdes que brillaban con inteligencia y una pizca de travesura, tenía un parecido con Lily Collins, irradiando una elegancia natural y una calidez innata. Abrió la boca para protestar, pero Clara ya la estaba llevando hacia Nicolás. El corazón de Sofía latía con fuerza mientras se acercaban. ¿Qué le diría? ¿Cómo iniciaría una conversación?
—¡Hola, Nicolás!—Clara saludó con entusiasmo, atrayendo la atención del grupo. —Esta es Sofía. Seguro la has visto en clase de literatura.
Nicolás sonrió, y Sofía notó cómo sus ojos brillaban con curiosidad. —Hola, Sofía. Claro que te he visto. Eres la chica que siempre hace las preguntas interesantes en clase.—Su voz era profunda y calmada, como si cada palabra estuviera cuidadosamente medida.
Sofía se sonrojó, sorprendida de que él la hubiera notado. —Bueno, intento mantener las clases interesantes—, respondió con una risa tímida. Su piel se tornó de un rubor suave, que contrastaba con la luz tenue del salón. La situación era inesperada, pero no incómoda; había algo en la manera en que Nicolás la miraba que la hacía sentir segura, como si él también sintiera una conexión especial.
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Nuestro Secreto
RomanceEn la prestigiosa Universidad de Saint Hill, todo el mundo parece tener un secreto, pero ninguno tan escandaloso como el que comparten Sofía y Nicolás. Sofía es una estudiante brillante que siempre ha seguido las reglas, mientras que Nicolás es el c...