Esta es la historia de cómo una chica pasó de buscar respuestas a sus inquietantes dudas a ser la pieza faltante de un plan lleno de ambición y caos.
Gela siempre ha tratado de ignorar su diferencia y vivir una vida como los demás, pero lo que ella...
Antes de iniciar con este increíble mundo quiero pedir disculpas por si llegan a notar lo principiante qué soy. Me esfuerzo por traerles en las mejores condiciones posibles este libro, pero es lógico que por ser mi primer libro no sea perfecto. Pero bueno si dejamos de lado eso , estoy segura de qué la trama les encantara...
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11 años después...
Desde que descubrí mi control sobre los cuatro elementos en Bakerstown, mi mamá y yo nos vimos obligadas a huir de todos aquellos que supieran mi secreto. Me culparon por la muerte de ese ladrón e ignoraron qué solo trate de defender a mamá, quisieron desaparecerme, exterminarme, acabar conmigo como si fuera un monstruo sin sentimientos ni derechos. Afortunadamente, logramos escapar de ellos y escondernos en Nueva York. Desde entonces, tratamos de vivir como personas normales.
—¡Voy ma!— Grito, dejando el libro con un suspiro dramático.
<<Espero que sea para algo tan bueno como este libro>> pienso mientras bajo corriendo las escaleras.
El libro es uno de los pocos que tengo en mi pequeña estantería. Me gusta leer, si me regalan un ramo de libros, me caso, bueno no tan así, pero si me encantan, el problema es que ya me he leído todos los libros que tengo y no he podido comprar más; tengo libros de romance, de misterio, incluso sobre historia universal. Pero, aun así, con muchos mundos al cual viajar siento que no pertenezco a ninguno.
<<¿Error? ¿Anomalía? Quizá Soy una edición especial>> Pienso, intentando sonreír ante la ironía de mis propios pensamientos.
—Hoy me dieron ganas de hacer unos hot cakes y me quedaron riquísimos— dijo mamá tomando asiento.
Ella es una mujer hermosa y amable, con el pelo rubio y los ojos azules. Tiene una sonrisa que ilumina su rostro y me hace sentir feliz. No sé cómo una anomalía como yo terminó a cargo de esta mujer.
—Qué rico— contesté mientras tomaba asiento mientras frotó mis manos como si se tratara de un manjar. El olor de los hot cakes me abrió el apetito y cogí uno con mi tenedor. Estaban esponjosos y dulces, con un poco de miel por encima. Es uno de mis desayunos favoritos.
—¿Vas a ir al parque a pasar tus horas libres o te vas a quedar a leer? — pregunto mamá con una voz dulce.
—Esta vez voy a salir, necesito despejar mi mente antes de que se destruya mi estabilidad emocional— Digo mientras pincho otro pedazo de hot cake con mi temedor.
—Déjame adivinar. Todo está sospechosamente bien con la protagonista y todavía faltan varias páginas— Dice segura.
—Si, necesito prepararme para el final y que no me destruya... tan fuerte— Aclaro.
Platicamos sobre el trabajo de mamá y lo qué haríamos en la tarde, algo qué no considero importante qué sepan. Después me levante de la mesa y recogí los platos.
