Un Corazón Libre en la Noche

Capitulo 8 -Sacrificios

Shoto miró su teléfono, el pulso aún acelerado tras su carrera frenética en busca de Himiko. Sabía que lo que estaba a punto de hacer no sería fácil, pero no tenía otra opción. 

Marcó el número de su padre con dedos temblorosos y esperó, escuchando el tono de llamada.

Finalmente, la voz firme y autoritaria de Endeavor respondió al otro lado de la línea.

—¿Qué es lo que quieres, Shoto? Estoy ocupado —dijo su padre con tono impaciente.

—Padre, necesito hablar contigo en persona, Es urgente —respondió Shoto, tratando de mantener la calma en su voz, aunque por dentro se sentía al borde del colapso.

Hubo un breve silencio antes de que Endeavor respondiera, visiblemente molesto por la interrupción—Está bien, Ven a la agencia—.

Sin decir más, Shoto colgó el teléfono y se dirigió a la agencia de héroes de su padre. Cada paso que daba hacia ese imponente edificio aumentaba la ansiedad en su pecho. Sabía que la conversación que estaba a punto de tener sería una de las más difíciles de su vida, pero Himiko era demasiado importante para él como para dejar que su orgullo se interpusiera.

Al llegar, el ambiente en la agencia era tan tenso como siempre. 

Los héroes y el personal se movían con determinación y eficiencia, como piezas bien engrasadas de una máquina diseñada para mantener la paz. 

Shoto subió hasta la oficina de su padre, cada paso resonando en su mente como un recordatorio de lo que estaba en juego.

Finalmente, se encontró frente a la puerta. Tomó aire profundamente y la abrió. Endeavor estaba allí, de pie tras su escritorio, con una expresión que mezclaba impaciencia y curiosidad.

—¿Qué es tan importante, Shoto? —preguntó su padre, sin rodeos.

Shoto cerró la puerta tras de sí y caminó hacia el escritorio, con la mirada fija en el suelo, Las palabras se agolpaban en su mente, luchando por salir, pero él sabía que tenía que elegirlas con cuidado.

—Padre, necesito tu ayuda... para encontrar a alguien —comenzó, su voz seria, pero cargada de urgencia.

Endeavor lo miró con escepticismo—¿Encontrar a alguien? ¿Quién es tan importante como para que me pidas ayuda?—.

—Es... es una amiga —respondió Shoto, levantando la mirada para encontrar los ojos de su padre—Himiko Toga.

El nombre hizo que la expresión de Endeavor se endureciera instantáneamente —¿Toga Himiko? La chica que ha sido noticia últimamente. ¿Tú la conoces? ¿Y por qué diablos querrías ayudar a alguien como ella?—.

Shoto sintió un nudo en la garganta, pero se forzó a seguir.

—Ella no es solo lo que dicen los medios, padre, Es más que eso, Está en problemas, y sé que tú tienes los recursos para encontrarla antes de que sea demasiado tarde.

Endeavor bufó, claramente irritado.

—¿De verdad esperas que use mis recursos y tiempo para buscar a una criminal? —dijo con una mezcla de incredulidad y enojo— No tengo tiempo para tus fantasías juveniles, Shoto. Debes enfocarte en tu entrenamiento, no en salvar a una chica perdida.

La negativa de su padre encendió una chispa de desesperación en Shoto, Dio un paso adelante, acercándose a su padre con una súplica en los ojos.

—Por favor, padre, te lo pido... —insistió, su voz quebrándose— Haré lo que me pidas, entrenaré hasta romperme los huesos, usaré mis dos lados, entrenaré más duro que nunca, pero por favor, ayúdame a encontrarla. Yo... la amo.