Pequeños Poemas Y Historias

cabello y flores

(Historia) (¿mujer y mujer? o ¿solo una linda amistad?)

Había una vez una chica llamada Valeria, que siempre había odiado su cabello. Era un cabello ondulado y espongado que parecía tener vida propia. Cada mañana, se despertaba y se miraba en el espejo, deseando tener el liso y perfecto cabello de sus amigas. A menudo lo alisaba con planchas o lo recogía en un moño apretado, tratando de ocultar sus ondas rebeldes.

Un día, mientras caminaba hacia la escuela, se encontró con una nueva compañera llamada Sofía. Sofía tenía una sonrisa radiante y un estilo único. Al ver a Valeria, se acercó con entusiasmo y le dijo: “¡Hola! Me encanta tu cabello. ¿Puedo ponerle flores?”

Valeria se quedó sorprendida. Nadie le había dicho jamás que le gustaba su cabello; al contrario, siempre había escuchado comentarios sobre cómo debería “domarlo”. Sin embargo, antes de que pudiera responder, Sofía sacó unas pequeñas flores de su mochila: delicadas margaritas amarillas y rosas.

“Vamos, solo por diversión”, insistió Sofía mientras comenzaba a colocar las flores entre las ondas del cabello de Valeria. Al principio, Valeria se sintió incómoda, pero a medida que Sofía adornaba su cabello con flores, comenzó a reírse. Las flores parecían bailar entre los rizos, dándole un aire fresco y alegre.

Cuando terminaron, Sofía dio un paso atrás y exclamó: “¡Listo! ¡Eres como un jardín en primavera!” Valeria miró su reflejo en el cristal de la ventana cercana y sintió algo que nunca había sentido antes: una chispa de orgullo. Las ondas que tanto había criticado ahora parecían ser parte de algo hermoso.

Desde ese día, Valeria empezó a aceptar su cabello tal como era. Aprendió a cuidarlo y a disfrutar de su textura única. Con el tiempo, incluso comenzó a experimentar con más flores y accesorios para su cabello. Se dio cuenta de que sus ondas eran parte de su identidad; un símbolo de su personalidad vibrante y libre.

La amistad con Sofía floreció también; juntas compartieron risas y secretos mientras celebraban la belleza en todas sus formas. Valeria nunca olvidó aquel momento en que alguien vio en ella lo que ella no podía apreciar: la bellesa de un cabello "indomable"