Una joven filipina paseaba por las calles, cuando sin querer logra cautivar a uno de los criminales más despiadados de toda Asia...¿qué pasará con esta obsesión?
Con el tiempo mi barriga fue creciendo, me costaba asimilar el echo de estar embarazada, pero ver a mi padre y izana tan felices por mi embarazo empecé a agarrarle cariño a mi bebe el cual ya tenía dos meses y medio.
Mi madre no estaba muy contenta, no le caía bien sabía que era un mafioso y que no nació en una familia estable.
Estaba arreglándome, mientras hablaba por video llamada con Izana el cual estaba en Japón este verificaba que yo estuviera bien.
Al terminar la llamada empecé a vestirme con ropa cómoda para el viaje.
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Al terminar de arreglarme tome mi equipaje y salí de mi habitación, al bajar las escaleras estaba mi hermano junto a mis padres y aki.
— ahh no me vean así....que luego me da tristeza irme—dije viendo sus rostros tristes.
José : Ahora quien lavará los platos?—dijo triste viendo el suelo y mamá le dio un golpe en el brazo—ah, eso dolió...
Leonardo : hija mía, voy a extrañarte mucho—se acercó a mi tocando mi barriga—cuídate mucho, ya no solo tienes que preocuparte por ti, también por este bebé.
Sus palabras hacían que quisiera llorar, iba a extrañar estar con mis padres aunque mi relación con José se basaba en discutir y odiarnos la mayor parte del tiempo, nos queríamos mucho.
—Claro papá, me cuidaré bien—le di un abrazo fuerte el cual este me regreso—Te voy a extrañar mucho papá.
Leonardo : También te voy a extrañar mucho hija—nos apartamos del abrazo—cuídate mucho—asentí y jose se acercó a mi dándome un abrazo.
José : Te voy a extrañar mucho hermanita, ya no voy a tener quien me haga los mandados y con quien pelear—dijo al borde la lágrima y yo solo estaba seria aceptando su abrazo—te iré a visitar seguido—se aparto del abrazo y me miro—Nunca pensé decir esto...pero te quiero...
—Yo también te quiero José, deja de ser tan exagerado has tus cosas por tu cuenta—dije seria y este se tocó el pecho ofendido.
Claudia : hija, antes de que te vayas me gustaría hablar contigo en privado—me separo de José el cual limpia sus lágrimas.
