Comenzaban a verse las primeras luces del amanecer por la ventana, habían pasado toda la noche despiertos, metidos entre las sábanas de la cama, hablando, besándose, riendo, acariciándose... Jackson dejó a Mark dormir un rato, se lo veía cansado después del largo día que había pasado en el rectorado y yendo de un lado a otro del campus. Pero Jackson permaneció despierto. No podía dormir después de todo lo que había pasado en menos de veinticuatro horas. Se quedó tumbado junto a Mark mirando como dormía a su lado.
Le acariciaba el pelo levemente para no despertarlo.
—Odio que te quedes mirándome mientras duermo. —dijo de repente Mark con la voz adormilada sin tan siquiera abrir los ojos.
Jackson sonrió.
—Es que hacía mucho que no te tenía así en la cama... —contestó medio riendo, Mark abrió los ojos por fin y alzó la vista hacia Jackson. —Además no es mi culpa que siempre me despierte primero y tú seas una marmota. Algo tendré que hacer hasta que te levantes.
Mark se rio y comenzó a incorporarse en la cama.
—¿Qué hora es? —preguntó Mark frotándose los ojos.
—¿Importa? —preguntó Jackson enarcando una ceja.
—No. —contestó Mark sonriendo y volviendo a tumbarse sobre Jackson.
Lo besó mientras agarraba la sábana para cubrirse con ella. Jackson le pasaba la mano por la espalda suavemente mientras se dejaba besar por Mark. Pasó de su espalda hacia su pecho y se deslizó hacia abajo. Cuando Mark sintió que su mano lo agarraba emitió un leve gemido. Mientras Jackson aceleraba el ritmo, Mark tuvo que dejar de besarlo para poder respirar, Jackson le sonrió con malicia.
Al escuchar su respiración entrecortada quiso acelerar el ritmo, pero Mark lo detuvo, le agarró de ambas muñecas y se las colocó sobre la cabeza. Pasó su lengua desde el nacimiento de su cuello hasta sus labios haciendo que notara de nuevo la bola que tenía en la lengua.
Jackson suspiró.
—¿Te crees muy guay desde que tienes ese estúpido agujero en la lengua? —inquirió.
Mark lo miró divertido.
—No te hagas el duro, sí sé que te encanta. —le susurró al oído mientras sonreía.
—Ya te dije que no. —dijo Jackson con la piel erizada por el cálido aliento de Mark en su oreja, y éste se incorporó.
—¿Ah sí? —preguntó con una ceja levantada. —Ya lo veremos.
Jackson lo miraba con curiosidad, sin saber a qué se refería con aquello. Pero cuando lo vio inclinarse, y bajar por su vientre lo supo. Tragó saliva justo antes de que Mark se llenara la boca. Miraba a su chico con la respiración entrecortada, sentía como apretaba su pendiente contra él haciéndolo muy sensible al tacto. El castaño jugaba con el pendiente, lamía en círculos mientras con sus manos acariciaba ligeramente. Jackson apretaba con fuerza los dientes, pero cuando sintió que se iba su boca se abrió ligeramente.
—Mark... —dijo en un suspiro, sentía que no podía más. —Para, para...
Pero Mark no se detuvo, Jackson recostó la cabeza y se dejó ir. Gimió débilmente y después solo escuchaba su respiración acelerada empezando a relajarse. En ese momento Mark se incorporó sonriendo, limpiándose con la lengua la comisura del labio.
—¿Y ahora qué? —preguntó divertido acercándose a los labios de Jackson, que lo miraba satisfecho. —Venga, dilo.
—Me encanta tu piercing. —contestó sonriendo levemente.

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Mark & Jackson: Sólo dos cosas - 爱 // Markson
FanfictionSegundo libro de la trilogía. → Sólo dos cosas - 爱 Nadie podría imaginar que Mark y Jackson, antiguos rivales del instituto, ahora sean pareja, y mucho menos ellos mismos. Tras un verano perfecto, alejado de la presión del instituto, sus compañero...