𝟐𝟎'𝖘 Tʀᴀɴsɪᴛɪᴏɴ

Café

Dije que no volvería,
si es que de tus ojos me liberaría.
Admitirlo aquella noche fue duro.
Podría enojarme, pero el ego ya no forma parte de mi carácter.

Si volví, pero aún sigo pensando un poco en ti.

Jamás sabrás lo mucho que te amo,
porque en mi arte te he retratado.

Es agosto, y aún sigo pensando en tus ojos maliciosos,
comunes como el café.
Tal vez es por eso el desvelo que tengo desde que te vi por primera vez.
Aún no lo sé, es mi respiración la que me mantiene acorde con lo que quiero tener.

Dije que no iba a volver, hasta deshacerme de tu ser.
Pero tal vez es mi hipocampo el que te trae de noche hasta el amanecer.
Te amo como la luna que veo en el anochecer.
Debería, pero aquí vuelvo a esos ojos que me tienen en agonía.
Joder, tal vez es la resaca de un amor que no sabe morir.

Sentir no es el problema, es la frustración quien me entierra.
No quiero tenerte, no soy amo de nadie.
Soy solo alguien que quiere leerte,
como los libros complicados que nadie quiere comprender,
o las canciones que nadie sabe porque fueron compuestas.
Profundizar en tu interior, porque los demás ya conocen tu exterior.

Tal vez estoy tomando algunos malos hábitos,
no es algo que venía venir.
Perdón, si tal vez quise huir de lo que siento por ti,
aún estoy aprendiendo a crecer.

Lo admito, estaba poniendo mucho en ti.
Tal vez vi algo diferente o solo era mi mente anonadada al verte.
Sí, aún quiero conocerte, pero si es algo forzado es mejor aprender a perderte.

Durante el rechazo indirecto de tu corazón,
entendí lo que no miraba en mí.
Agradezco la paciencia que me enseñaste,
sin rencores, mi ángel.

El latido se había quebrado, porque eran tus ojos los que imaginaba a mi lado.
Si aún no te he superado, tal vez necesite más tiempo.
Pero estoy bien..

Dime, ¿es acaso casualidad,
o es obra de mi imaginación que piensa en ti sin cesar?

Sigo siendo el soldado,
que ha vivenciado,
el amor lejano.
Siguiendo con cuidado cada detalle de las trampas que me han matado.
Sigo respirando aún, pero sigo pensando en lo que pudo haber pasado.
Lloré porque retenerlo,
sería otro daño colateral para mi ego.
Si hay algo bueno,
es que lo intenté aún con miedo,
aunque aún verte duela tanto,
que solo quiera lanzarme de nuevo,
hasta sentir que muero.

Es como una estaca,
que aniquila la tranquilidad con la que mi ego se resguarda.
Lo mejor será verte de nuevo,
y tal vez así te supere al fin.

Odio tus ojos, como el café.
Sí, diablos, tal vez vuelva a enloquecer.
Pero el tiempo me dirá qué debo hacer.
Por ahora, volveré a drogarme con tu ser.