Jennie enfrenta problemas que le limitan tener una buena relación con las personas. Pero cuando por accidente conoce a Lisa, una chica que no teme a demostrar lo que piensa y siente, toda su vida cambia.
Con Lisa en su vida, todo el mundo de Jennie...
Me encontraba saliendo de las instalaciones y dirigiéndome hacia el estacionamiento. Estaba más que feliz, pues sabía que esta noche me encontraría con Jennie.
Mientras buscaba las llaves de mi automóvil en mi bolso, mi celular comenzó a sonar. Lo busqué entre mis pertenencias hasta encontrarlo y, al mirar la pantalla, vi que se trataba de un número desconocido. Fruncí el ceño, pero aun así atendí la llamada, llevando el celular a mi oído con curiosidad. Me quedé en silencio esperando a que la persona al otro lado de la línea comenzara a hablar. Solo pude escuchar su respiración durante unos segundos hasta que, por fin, se decidió a hablar.
"¿Manoban?"
Reconocí la voz de inmediato, lo que provocó que los nervios se apoderaran de mí con rapidez, haciendo que mi voz temblara al hablar.
"¿Sí, señorita Kim?"
"Quiero ser directa. Tuve algunos inconvenientes y no podré ir al acuario por mi cuenta. ¿Podrías venir a buscarme?"
"Por supuesto. ¿A dónde?"
"Te envio mi ubicación en unos segundos, no te tardes."
Estaba a punto de responder cuando ella finalizó la llamada. De inmediato, mi celular vibró con un mensaje que contenía su ubicación. Sonreí y caminé hacia mi auto, tomé mis llaves y entré a mi auto mientras esperaba con ansias llegar y poder verla finalmente. Conduje con calma, acompañándome de música de fondo para tranquilizar mis nervios. A medida que me acercaba a las calles de la ubicación que ella me había enviado, la ostentación se hacía cada vez más evidente. Los restaurantes, así como las boutiques, irradiaban un lujo notable, al igual que los vehículos que circulaban por la zona.
Después de unos minutos, mi teléfono indicó que había llegado a mi destino. Me encontraba en lo que parecía ser la parte trasera de un club, donde también había vehículos de lujo estacionados. Bajé del vehículo, tomé mi bolso y mi teléfono celular. Observé a mi alrededor en busca de Jennie, pero no lograba verla en ninguna parte. Activé mi celular con la intención de enviarle un mensaje, cuando en ese preciso momento escuché unos gritos provenientes de un lugar cerca.
"¡Manoban! ¡Manoban, por favor, ayúdame!"
Elevé mi mirada de la pantalla de mi teléfono y me encontré con la imagen de Jennie corriendo hacia mí con una expresión de terror en su rostro. Sus cortos pies apenas lograban moverse con rapidez, mientras sostenía con ambas manos su amplio bolso en forma de corazón. Llevaba unas gafas de sol que cubrían sus ojos de manera perfecta.
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(Referencia)
En un abrir y cerrar de ojos, ella se encontraba frente a mí, con su rostro apoyado en mi pecho y sus delicadas manos rodeando mi cintura. Me abrazaba con tal intensidad que parecía que su vida dependía de ello. Pude sentir el pulso de su corazón, tan acelerado y potente que daba la impresión de que iba a desbordarse.
