XII

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El castaño carraspeo y alejó la vista del príncipe, este se sintió avergonzado pensando que produjo incomodidad en el contrario, más no fué así, Hyunjin se alejó por los nervios y el miedo de hacer algo incorrecto.

- Se perdió por un momento príncipe, debe ser el sueño.

Dijo nervioso mirando hacia cualquier otro punto que no fuera al rubio.

- Yo... Tienes razón, debo ir a dormir, es tarde y si me quedo más tiempo mañana no podré abrir los ojos.

Sintió decepción, esa emoción nueva que se instaló por unos segundos en su corazón quería retenerla, pero se había esfumado en ese fugaz momento.
Se levantó del suelo y se sacudió su traje blanco al igual que su capa, tendrían que lavarlo mejor, estaba lleno de tierra, igual podría dar la excusa de que se ensució en el jardín.

El pelilargo elevó la vista para despedirse del príncipe, no quería perder la confianza que estaba naciendo entre ellos. Lo mejor para alivianar el ambiente sería bromear como lo estuvieron haciendo las últimas horas.

- Pues en ese caso yo soy un suertudo, dormiré hasta tarde y tal vez todo el día.

Dijo con una sonrisa elevando las cejas "presumiendo" su situación mientras palpaba sus sábanas acomodadas en el suelo.
El rubio rió por el positivismo del contrario.

- Me alegra que te lo tomes así

- Hacía mucho tiempo que no dormía bien.

No dormir, era algo muy presente en su vida, se quedaba viendo aquel punto inexistente en el techo de su habitación, sintiéndose miserable y horrible. ¿Que motivos tendría el castaño para no poder dormir? Estaba seguro de que no compartían los mismos, no, claro que no, ¿Cómo alguien tan guapo cómo él se sentiría poca cosa? Debía preguntar si no su insomnio se alargaría con tal duda.

- ¿Ah si? Pues entonces andamos igual ¿Por qué no dormías?

- Bueno, me quedaba hasta tarde pintando, cuando tienes inspiración no es como que la puedas cortar de golpe, tienes que terminar la parte que ya visualizaste para no perder la idea.

Claro, era de esperarse, era de aquellos que son entregados en su trabajo, aquellos a los que les apasiona lo que hacen.
Se sentía ridículo al sufrir con tan poco, sabía que tenía varios privilegios y que otras personas tendrían verdaderos motivos para no poder conciliar el sueño, sin embargo ahí estaba él, con insomnio por sentirse horrible con su propia persona.

- Vaya, que increíble.

De verdad era increíble, se notaba que al castaño le gustaba lo que hacía. Este no se quedó atrás y se atrevió a preguntar de igual manera.

- ¿Usted por qué no puede dormir?

No podía decirle la verdad, no podía simplemente decirle: "Oh, no puedo dormir porque me atormenta el ser una mala persona, me atormenta el no cumplir con las expectativas de los demás, me atormenta el haberme convertido en otra persona, el haber matado a aquel niño que todos amaban para convertirme en este ser repugnante, me atormenta ser tan horrible tanto físicamente como en mi persona"

- Yo tengo muchas cosas en la cabeza, eso me quita el sueño.

El castaño lo notó, sabía que no era sincero, pero no le pondría presión para que le contase, si seguían formando un vínculo quizá así podría llegar a ayudar a terminar con el sufrimiento de aquel lindo rubio.
Notó que su semblante se oscureció y se tornó triste el ambiente. Tenía que cambiar la dirección del tema y sacarle al menos una última sonrisa antes de que se fuera a su habitación.

Fotografía Prohibida - HyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora