24- El gran mago

5 3 0
                                    

Ambos estaban encerrados con seis caballeros con una armadura especial, que estaban cuidando la puerta del subterráneo que daría a la habitación en donde estaba el fragmento de núcleo.

Erick quería evitar luchar, pero no quedaba de otra si habían sido descubiertos. Antes que le lograran hacer daño a Eli, sacó su espada rápidamente y bloqueó la espada del oponente.

—¡Asesinen a los intrusos!

Eli sacó la espada que guardaba bajo el vestido.

—Cuida tu trasero Erick, recuerda que yo no puedo morir.

Erick asintió y ambos tuvieron que luchar con un número mayor. Mientras luchaban, Erick se dio cuenta de una cosa, la armadura que estos caballeros usaban estaba imbuida en maná, y la armadura estaba diseñada para cubrir perfectamente sus cuerpos.

"Tienen a un mago de aliado".

No quería matar a sus oponentes, ya que sabía que solo estaban protegiendo a su reino, así que se empeño en destruir sus armaduras para poder herirlos o noquearlos. Sin embargo, se le estaba haciendo difícil, aunque pasaba maná a su espada, al lograr golpear la armadura de ellos, el daño que hacía era mínimo, además, estaba siendo atacado desde diferentes direcciones y eran caballeros muy capaces.

—¡Erick, recuerda lo que entrenaste hoy! ¡Recuerda que ahora tienes más precisión!

Gritó Eli desde atrás mientras se concentraba en bloquear y esquivar los ataques de los caballeros, a causa del maná de sus armaduras, no los podía herir, pero sus movimientos eran mucho más rápidos que el de los caballeros.

Erick asintió y comenzó a alejarse un poco de los caballeros, al mismo tiempo en que los bloqueaba. Estuvo entrenando casi toda la tarde, por lo que lo que había aprendido, aún estaba fresco.

Enterró su espada y con ambas manos, levantó viento y los expulsó de manera feroz en dirección a los caballeros, incluidos a los que estaban atacando a Eli. Los seis caballeros estaban siendo empujados contra la pared gracias a la presión del viento.

—Bien Erick, escucha bien, puedes noquearlos a los seis de un solo golpe, aumenta lo más posible la presión del aire, lo más que puedas, sus armaduras no van a destruirse, pero ellos no podrán respirar.

Erick se estremeció por un momento. Pero sintió un pequeño codazo en la cintura.

—No morirán, solo debes estar así por treinta segundos.

Asintió a las palabras de Eli y con un golpe de maná, liberó la magia de manera más precisa, logrando hacer que los caballeros dejaran de quejarse y movieran sus cuerpos de forma extraña, hasta que quedaron totalmente quietos.

Al pasar los treinta segundos, Erick se detuvo y los caballeros estaban completamente desmayados. Luego Eli se acercó a ellos y movió sus cuerpos de lado, estirando su brazo en la dirección de sus cabezas y levantando una rodilla.

Erick sabía que esa era una buena postura para que recuperaran el aliento por si mismos, asique ayudó a los restantes y luego se fueron en frente de la puerta, Erick puso su mano en ella y pudo sentir un fuerte maná en ella.

—Tiene magia de protección, creo que tendré que usar magia ofensiva.

Erick sacó su espada del piso y estaba listo para atacar, concentró la mayor cantidad de maná posible en la espada, luego observó a Eli con algo de luz blanca en sus manos. Podía sentir claramente que era maná con energía divina.

—Parece ser un mago más fuerte que tú, debilitaré un poco la energía y cuando me aleje, puedes destruirla con todo.

Al terminar la frase, Eli con esa luz se acercó a la puerta, y hubo indicios de rechazo, sin embargo, la magia del mago fue retrocediendo un poco, después Eli se alejó.

El camino de un héroeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora