Capitulo cuatro

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David se encontraba en un pequeño problema. Estaba frente a su tío Benjicot, quien le estaba mostrando un anillo. Al Omega le había parecido extraño desde el momento en que lo vio, pero cuando Benjicot le confesó que quería que fuera su Omega, casi le da un ataque.

—No —el Omega se alejó de inmediato de Benjicot y el anillo— No acepto tu propuesta.

—Vamos, seré un buen esposo. Además, tú eres justo lo que busco en un Omega —dijo Benjicot, avanzando cada vez que David daba un paso hacia atrás— Tú fuiste el único Omega que se atrevió a amenazarme, y la verdad, eso me gustó.

—En verdad está loco —murmura mientras ve como el joven alfa sonríe— Soy mayor que tu, lo nuestro no puede funcionar.

—Aver dime cuántos años tienes —dijo Benjicot, tomando la mano de David— Dime, David.

—Tengo 17 y tú solo tienes unos 12 años —el Omega se soltó del agarre de Benjicot— Así que no se puede.

—Muchas parejas no llevan la misma edad, así que no pasaría nada —Benjicot se puso enfrente de David cuando vio que estaba a punto de irse— Por favor acepta ser mi Omega —dijo, mostrándole de nuevo el anillo— Vamos, no seas descortés conmigo y acepta. 

David decidió correr, algo que a Benjicot no le gustó. Comenzó a perseguir al Omega, quien corría lo más rápido que podía. No podía creer que su tío quisiera casarse con él. Aunque en defensa de Benjicot, él no sabía que David sería su futuro sobrino.

Mientras David corría de un Benjicot molesto por no haber tomado el anillo, fueron vistos por Aeron y Davos, quienes estaban pasando más tiempo juntos. Los dos vieron cómo David corría de Benjicot.

—Ese no era David —dijo Aeron, al ver a David correr.

—Y también estaba Benjicot —Davos dio un pequeño suspiro— Deben estar jugando.

—Se llevan mejor que antes —Aeron tomó la mano de Davos— Igual que nosotros.

—El alfa sonríe con eso— Sí, así es, querido —en eso Davos le da un beso en la frente— Se llevan mejor al igual que nosotros.

Aeron sonríe y se acurruca mejor al lado de Davos, mientras la pareja disfruta de un momento juntos.  David solo huye de un loco Benjicot, al final logra quitárselo de encima cuando decide subir a un árbol.

—En verdad no me esperaba esto —murmura, mientras respira con calma— En verdad no me lo esperaba.

—Baja de ahí —el joven alfa ve cómo el Omega que quiere como pareja estaba en un árbol— Baja.

—No gracias, me quedaré aquí por un largo rato —dice mientras lo ve— Así que mejor vete.

—Si él se quedará ahí arriba por un rato, entonces yo me quedaré aquí —murmura, mientras se sienta en el suelo— Me quedaré todo el rato que sea necesario.

David solo muestra una expresión inquieta, ya que no sabía qué hacer ahora. Realmente no había pensado que su futuro tío lo iba a querer como su Omega. Realmente era algo que lo había sorprendido y asustado. Ahora tendría que estar en ese árbol hasta que Benjicot decidiera dejarlo en paz.

Tres horas después

David había permanecido tres horas en el árbol. Benjicot no se había alejado del árbol y aún esperaba a que David bajara. En eso llegó el Lord Blackwood, que solo vio cómo su hijo no quería irse del árbol ya que el Omega que él quería como pareja aún no bajaba.

—Ben, ya deja de molestar al joven David —dice, mientras tomaba a su hijo del cuello de su vestimenta— Él no quiere ser tu omega, no debes obligar a alguien a ser tu pareja.

Salvando a mis padres Donde viven las historias. Descúbrelo ahora