Los lazos del ocaso (Eren x Oc)

Capítulo 5- Lluvia.

"Emoción, felicidad".

Ambas sensaciones las cuales provocaron que me despojara de mis sueños y abriera los ojos segundos antes de que mi alarma sonara.

Eran las 9 de la mañana; rápidamente me levanté del colchón, dispuesta a buscar un conjunto perfecto para la ocasión. Deduje que algo ligero sería una buena opción, por lo que opté llevar mi sudadera favorita de color jade, unos jeans holgados negros y mis tenis negros. Una coleta alta con varios flequillos sobre mi frente; sin olvidarme además de mis anillos y mi collar.

Me dirigí a la cocina a por mis pastillas, después de ingerirlas, escuché una puerta rechinar, apostaba que era mi madre quien salía de su habitación en busca de algo de comer, y en efecto, fue así.

—Buen día, madre— saludé con algo de formalidad.

—Buenos días, Grace— dijo entre un bostezo, frotando sus ojos con sus dedos— ¿Saldrás con tus amigos?— añadió, mirándome detenidamente.

—Umm... Sí, ¿cómo sabías?— pregunté, poniéndome algo nerviosa ante su comentario.

—Bueno, son los únicos amigos que tienes, normalmente no sueles salir los fines de semana— soltó una risa— En fin, ve con cuidado, querida— agregó, dirigiéndose hacia el refrigerio en busca de algo para prepararse.

—Por supuesto, madre— revolví un poco su cabello para luego dirigirme a mi habitación.

Vestí mi cama cómo pude y ordené un poco mi habitación, previniendo un sermón de mi madre a través de una posible llamada, no quería avergonzarme frente a mis primeros amigos

Minutos después, en cuanto terminé, logré escuchar que mi madre hablaba con alguien, por unos segundos creí que estaba en una llamada, sin embargo, no fue así cuando me llamó.

—¡Grace! ¡Te buscan!.

Agarré rápidamente mi celular, mis audífonos, algo de dinero y mis llaves, los guardé en mis bolsillos para luego bajar y llegarme hasta la sala para encontrarme a Eren recostado en el marco de la puerta.

—Buen día— dijo Eren con amabilidad, mirándome detenidamente— ¿Lista?— añadió mostrando una sonrisa en su rostro.

—Por supuesto que sí— le devolví la sonrisa.

—¿Cuándo volverás?— preguntó mi madre acercándose a mí.

—La traeré de vuelta en la noche, justo después de la cena— interfirió Eren formalmente— Usted tranquila, está en buenas manos, además, saldrá en grupo. No hay de qué preocuparse— agregó, dedicándole una sonrisa a mi madre.

Mi madre parecía tensarse un poco
ante la propuesta, pero asintió levemente,
parecía algo preocupada, por lo que pude ver.

—Estaré bien, madre, regresaré sana y salva—me acerqué a ella abrazándola delicadamente.

Ella mantuvo silencio y luego suspiró pesadamente—- Solo...diviértete, y no te agites— dijo correspondiendo al abrazo— Cuídala con tu vida, por favor— se dirigió a Eren con docilidad.

—Eso haré.

Ambos salimos de la casa, en cuanto cerré la puerta principal y me volteé, pude ver un coche estacionado frente a mi morada; supuse que era de Eren ya que sacaba las llaves para quitarle el seguro, este se acercó a la puerta del copiloto, para así abrirla y mirarme con una sonrisa.