al iniciar el fin del mundo, Edgar se ve atrapado con sus hermanos en el hogar que le vió crecer durante muchos años.
y cuando se animan a salir y vagar por las calles de Atlanta y sus alrededores se dan cuenta del verdadero peligro;
los vivos.
pero...
"...era tan escurridizo como el viento, tan astuto como el zorro, al que se le atribuyen mil vidas."
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aún recuerdo la primera vez que ví a las personas devorarse entre sí. cabezas huecas, les llamaba Ethan. por muy extraño que sonara, tenía sentido, para mí, para él, y tal vez también para Evelyn. aunque ella no solía cuestionar mucho.
aún recuerdo que, en medio del caos, yo solo alcancé a tomar la mano de Evelyn y le supliqué que no me soltara. no podía perder el único ancla que me mantenía vivo.
ella lloraba.
yo le rogaba que se calmara, mientras nos escondíamos en la habitación de Ethan, esperando su regreso.
en ese entonces, le tenía miedo a la muerte. miedo a morir sin poder despedirme. miedo a irme sin un último abrazo. miedo a dejar de ser. le tenía miedo a mí muerte.
ahora, la muerte está más presente que antes, más cerca que nunca, y yo ya no le tengo miedo. quizás, por eso no me importa qué me suceda a mí, sino lo que les ocurra a Evelyn, a Ethan.
pero la muerte, como siempre, es inevitable. solo que ahora está más presente. pareciera que está del otro lado de la puerta, esperando para pasar.
también fue ese día cuando vimos morir a mi padre. y aunque mis hermanos lloraron a más no poder, yo solo observaba cómo agonizaba. se lo merecía.
se merecía eso, y que le hayan dejado transformado, aunque Ethan me convenció de que debíamos rematarlo. lo cierto es que, hoy lo pienso mejor, y sé que no debió ser así. yo no le debí dar misericordia, después de todo, él nunca la tuvo conmigo.
y estuvimos más de un año escondiéndonos en el que antes era nuestro hogar, pero después de ese incendio, lo único que nos tocaba hacer era salir de allí. buscar personas que nos quisieran ayudar, personas de gran corazón. en el mundo de antes, las personas con buenas intenciones abundaban.
sin embargo, qué equivocados estábamos.
las personas son una mierda y en un mundo roto lo son aún más. todos luchan por sobrevivir, no importa si eso involucra la muerte de alguien más.
ahora solo vagábamos por allí, buscábamos comida, y nos sentíamos más cansados que hace unos días. Evelyn suele caminar mucho, pero cuando se cansa, la alzó sobre mis hombros, y aunque eso me cansa más, no le negaría nada a mí hermana. por nada del mundo.
Ethan suele quedarse callado y caminar, mirando al suelo, mientras mi hermana y yo hablamos. él suele soltarnos un "cállense ya." cada cuanto, pero a nosotros no nos importa y seguimos hablando.
solo espero encontrar un lugar rápido. un lugar en el cual poder confiar, pero ahora simplemente no era tan fácil. desde aquello que pasamos, no hay lugares del todo seguros, ni personas con buenas intenciones.
solo quiero dejar de caminar sin rumbo, comer algo y hacer que Evelyn esté a salvo, bien alimentada. no quiero seguir durmiendo con un ojo abierto, por si viene algún cabeza hueca, o personas.
