capítulo 11:confianza ganada

0 0 0
                                    

Dak-ho llega a la casa de Haneul y toca la puerta. Haneul responde y Dak-ho se presenta.

Dak-ho: Disculpa, ¿tú eres Haneul?

Haneul: Sí, soy yo. ¿Y tú eres...?

Dak-ho: Soy Dak-ho, un amigo de Minho. Me envió a entregarte estas galletas.

Haneul se sorprende y se sonroja al ver las galletas de lujo.

Haneul: Oh, gracias... no sabía que Minho tenía un amigo llamado Dak-ho.

Dak-ho: Sí, somos amigos desde hace tiempo. Y también soy amigo de Seok, el hermano de Minho.

Haneul se sorprende aún más al escuchar eso.

Haneul: ¿De verdad? No sabía que Seok era hermano de Minho.

Dak-ho sonríe, satisfecho con la reacción de Haneul.

Dak-ho: Sí, somos un grupo cercano. Minho me pidió que te entregara estas galletas y que te dijera que está pensando en ti.

Haneul se sonroja aún más y invita a Dak-ho a pasar.

Haneul: Gracias, Dak-ho. Pasa, por favor.

Dak-ho acepta la invitación y entra en la casa de Haneul, sintiéndose satisfecho con cómo está saliendo su plan.

Dak-ho: Eres afortunado de tener a alguien como Minho, Haneul. Es el tipo con el que todos quisieran estar. Ojalá yo pueda tener a alguien que me ame como Minho te ama a ti... solamente falta que se confiese y diga que le gustas.

Haneul se pone nervioso al escuchar eso y cambia de tema rápidamente.

Haneul: Ehh, ¿quieres un café o quieres un té?

Dak-ho acepta el café y sigue pensando en su plan.

Dak-ho: Ah, un café estaría bien, gracias. Y gracias por la hospitalidad, Haneul.

Mientras Haneul prepara el café, Dak-ho sigue pensando en cómo puede seguir manipulando a Haneul para lograr sus objetivos.

Dak-ho: (pensativo) Debo seguir ganándome su confianza... tal vez puedo mencionar algo sobre la relación de Minho con Seok... O quizás puedo manipularlo ami gusto

Dak-ho sonríe para sí mismo, satisfecho con su plan.

¡Disculpa el error! Entonces, continuamos con el capítulo 11.

Dak-ho sigue charlando con Haneul, disfrutando del café y de la compañía. Haneul se siente cada vez más cómodo con Dak-ho, y comienza a abrirse más sobre sus sentimientos y pensamientos.

Mientras tanto, Dak-ho sigue pensando en su plan, y cómo puede seguir manipulando a Haneul para lograr sus objetivos. Pero a medida que pasa el tiempo, comienza a sentir una extraña sensación de culpa...

Dak-ho sigue adelante con su plan, ignorando su sensación de culpa y convenciéndose de que logrará lo que quiere.

Dak-ho decide que es hora de irse así que

Dak-ho se despide de Haneul, sintiéndose satisfecho con cómo está saliendo su plan.

Dak-ho: Bueno Haneul, debo irme porque tengo cosas que hacer. Espero que te gusten las galletas, ya que Minho las compró especialmente para ti. Fue difícil escoger solamente ese par de galletas, cuando él fácilmente puede comprar la tienda entera.

Haneul: Oh, bueno. Espero que hayas disfrutado de mi compañía.

Dak-ho: Claro, ya veo por qué a Minho le caes tan bien y cómo disfruta de tu compañía. Bueno, nos vemos en otra ocasión. Adiós.

Dak-ho se va, pensando en su plan.

Dak-ho: (pensativo) Soy un genio, perfecto. Ya estoy logrando que el chico me tenga confianza. Qué tonto.

Dak-ho se ríe para sí mismo, sintiéndose satisfecho con su progreso.

Dak-ho llega al lugar donde se encuentra su amigo, un informante que tiene contactos en el mundo underground.

Dak-ho: ¡Hola! ¿Has encontrado algo sobre Minho?

Amigo: Ah, Dak-ho. Sí, he encontrado algo interesante. Parece que Minho ha estado en contacto con algunos miembros de la mafia recientemente.

Dak-ho: (emocionado) ¿De verdad? ¿Qué tipo de contacto?

Amigo: No estoy seguro, pero parece que ha estado discutiendo algo relacionado con una transacción de dinero.

Dak-ho: (pensativo) Hmm, eso es interesante. Necesito saber más.

Amigo: (cauteloso) Dak-ho, ten cuidado. La mafia no es algo con lo que debas jugar.

Dak-ho: (sonriendo) No te preocupes, estoy en control. ¿Puedes seguir investigando y ver si puedes encontrar más pruebas?

Amigo: (asintiendo) Sí, claro. Lo haré.

Dak-ho se va, sintiéndose más cerca de lograr su objetivo.

Dak-ho llama a Minho, intentando sonar amistoso y preocupado.

Dak-ho: Hola, al mejor amigo de todo el mundo. Minho, espero que sea importante el motivo por el cual me llamas.

Minho: (irónico) Ah, Dak-ho. Siempre tan amable. ¿Qué quieres?

Dak-ho: (ignorando el tono irónico) Claro que sí, ahora que estás haciendo?

Minho: (pausa) Le estoy sacando información a alguien que sabe que soy el líder de la mafia. Era mi chofer, pero en un rato ya no existirá porque creo que debo matarlo, ya que él lo sabe.

Dak-ho: (intentando sonar preocupado) Oh, mira, yo puedo ayudarte y no es necesario matarlo, ¿bueno?

Minho: (sorprendido) Me sorprende porque estás siendo bueno. Tú lo primero que harías sería matarlo, ¿por qué dices eso ahora?

Dak-ho: (intentando sonar razonable) Yo creo que nos sirve más si está vivo.

Minho: (aceptando) Tienes razón, parece que por fin piensas.

Dak-ho: (intentando sonar serio) Yo sí pienso, pero bueno, voy a ayudarte.

Minho: (advertencia) Esta bien, pero nada de bromas o molestar en esto, ¿de acuerdo?

Dak-ho: (intentando sonar sincero) No te preocupes, Minho, yo sí me tomo en serio estas cosas. Adiós.

Dak-ho cuelga el teléfono y sube a su auto, asegurándose de que su teléfono esté grabando para obtener más pruebas.





el arte de amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora