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Iori despertó una vez más sintiéndose completamente recuperado y tranquilo. Era extraño no sentir la presencia de Orochi en su cuerpo, porque la maldición de Orochi en su sangre siempre se manifestaba como un malestar general, a veces tosía sangre y le dolía el cuerpo, pero por lo general eran las pesadillas que no lo dejaban dormir apropiadamente y eso afectaba su salud. Quizás tener esas dos semanas de vacaciones con Kyo le iba a permitir recuperar su cuerpo de años de trasnocho y dolencias físicas.

Observó a Kyo aún dormido a su lado y pensó en lo que había dicho antes de que se acostaran.

"Quiero estar contigo hasta el último momento."

¿Significaba eso que Kyo quería vivir con él como si fueran un matrimonio o algo así? A Iori le costaba imaginarlo. Era extraño porqué desde que había conocido a Kyo en el torneo del KOF95, él había sentido como si Kyo siempre iba a estar en su vida hasta el día en que lo matara. Y como él no tenía expectativas de vivir por mucho tiempo, había dedicado todos esos años a perseguir a Kyo, retarlo y su meta se había convertido en tomar su vida antes de morir.

Pero ahora Kyo quería compartir su vida con él. De manera autónoma y voluntaria, el castaño quería estar con él hasta el final.

¿No era eso la definición de un matrimonio?

Iori sintió como se le subía el calor a las mejillas y desvió la mirada hacía el brazalete que seguía en su mano. ¿Era eso lo que Kyo había querido insinuar al ponerle ese brazalete con el hilo rojo del destino?

"Es hora de que lo aceptes, ya no hay marcha atrás" Se dijo así mismo mientras observaba el hilo rojo en su muñeca.

"Es verdad, estamos unidos por el destino."

***

Kyo se levantó media hora después y estiró los brazos bostezando sin mucha intención de salir de la cama pues no tenía ningún plan. Iori estaba recostado sobre las almohadas, leyendo un libro y Kyo le sonrió antes de darle un beso en la mejilla.

— ¿Qué quieres hacer hoy? — Preguntó Iori al cabo de un rato, luego de que Kyo volviera del baño.

— Umm... no he pensado en nada aún ¿Quieres que planee algo?

Iori dejó el libro a un lado y se giró hacía él.

— Dijiste que hablaríamos con Kagura sobre las reliquias y también está la invitación de tu madre. — Le recordó Iori con el ceño fruncido.

Kyo bostezó otra vez y frunció el ceño también.

— Voy a hacer café primero. — Decidió Kyo, porqué necesitaba iniciar su cerebro antes de tomar alguna decisión.

***

Kyo preparó el desayuno y tomaron café. Discutieron sobre como procederían con su madre. Ella no sabía que habían regresado del viaje, así que no había afán de aceptar la invitación aún. Pero hablar con Chizuru era más urgente, así pues, una vez terminaron de comer, Kyo llamó a la sacerdotisa y le preguntó cuando tendría tiempo libre para que se reunieran.

Chizuru era una mujer ocupada, especialmente ahora que se estaba dedicando de lleno a trabajar como presidente de la compañía de su familia. Así que tuvieron que esperar a que ella pudiera darles una cita en su atareada agenda. La sacerdotisa les dijo que podrían ir a su oficina al finalizar la tarde cuando ella terminara de trabajar.

***

La oficina de Chizuru quedaba en un edificio en el distrito comercial en el concurrido centro de la ciudad. En esta ocasión fueron en el auto de Iori y a las 6 de la tarde se encontraron esperando en una elegante sala de espera mientras Chizuru terminaba una llamada con un proveedor.

The morning sun and the midnight MoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora