Eres mi juego final

No es momento PARTE 2

Taylor sentía que se le iba a ir la respiración, sus suegros siempre han sido tan buenos con ella, la querían como una hija, amaban a sus nietos, pero ¿Serían lo suficientemente comprensivos y tolerantes con todo lo que estuvo pasando con su madre?, no lo sabía, le daba mucho miedo pensarlo, Scott empujaba la carriola y los niños al ver a sus abuelos se pusieron contentos, eso hizo que se sintiera peor, porque no tuvieron la misma reacción al ver a los abuelos Swift.

—¡Abuelos! — Evie gritó, Charles hizo lo mismo.

—Mami, abajo, abajo— ya estaban pataleando.

—Un momento bebés— Taylor les abrió la parte de enfrente para que ellos pudieran bajar solos, no podía cargarlos.

—Abuelos— Charles abrazó a Donna.

Evie corrió con Ed y luego Donna.

La imagen era muy tierna, se notaba la convivencia tan seguida que han tenido con ellos, tanto que se sentían cómodos ante su presencia, eso hizo sentir un poco mal a Andrea, ella entendió que por su culpa tuvo que tomar distancia y las veces que ha hecho enojar a su hija y sentir mal a Travis no eran buen indicio de que los niños les tomaran tanto cariño.

—Hola, pequeños— Donna estaba feliz de verlos.

—¿Cómo han estado? — Ed saludó a los padres de Taylor.

—Hola, muy bien— Scott respondió.

—Es bueno que estén de vuelta, estamos casi llegando al final del camino para conocer a la bebé— Donna estaba emocionada.

—Sí, ya ansiamos conocerla también— Andrea habló.

—¿Papi? — Charles quería ver a su papá, avanzó hacia el vidrio que separaba a la suite del resto de la gente.

—Todavía no sale, Charles— Ed le decía. —¿Quieren hacer algo mientras comienza el juego?, falta un rato todavía.

—Mi bebé— Evie acostó a su bebé en la carriola y lo tapó. —Shhhh— miró a todos.

—Creo que debemos guardar silencio, no vaya a despertar su muñeco— Taylor rio. —Debo ir al baño, ¿Pueden cuidarlos unos minutos? — les dijo a los cuatro abuelos.

—Ve con calma— su padre le respondió.

—Gracias—

Taylor fue al baño, tocándose el vientre, Sadie estaba haciendo que ella fuese más veces de las que ella quisiera, pero era mejor ir muchas veces al baño que volver a hacerse pipí en la ropa, eso le daría mucha vergüenza con su familia y la de Travis ahí, entró a la pieza del baño, se tenía que relajar y confiar en que todos se iban a portar como adultos, sobre todo su madre, que esperaba no enloqueciera por cómo han estado llevando las decisiones de su vida y con sus hijos, ella no se consideraba una mala madre, pero no sabía que es lo que sucedería.

Luego de pasar al baño, se lavó las manos y se miró al espejo, la falta de sueño la quería dominar, pero ya no era momento para tomar una siesta, porque el partido iniciaría pronto y sería una vergüenza televisiva ver a Taylor Swift dormida en el juego de los Chiefs contra los Chargers, ya de por sí los ojos estaban puestos sobre ambos, uno porque debían ganar de nuevo para tratar de clasificar para la final y otra, a ella, por su embarazo que se notaba que iba por el camino de la recta final.

—Tay, ¿Estás bien? — afuera su madre tocaba la puerta.

—Sí— respondió.

—¿Puedo pasar? — le daba miedo que reaccionara mal.