Sam.
Entro ala mansión de la bratva con sabrina pisandome los talones, el pequeño leonsillo deseaba vernos antes de irnos de Rusia.
Me encuentro con algunos hombres quien no quitan sus ojos de nosotras visualizo al rubio que está acompañado de su padre, nos acercamos a ellos.
-dulzura- lo saludo.
Su ceño su frunze ante la forma que lo llame y su padre me mira, Sabri se acerca al crio pidiendo permiso para darle un pequeño beso en la coronilla.
Vlad asiente muy disimuladamente y mi amiga sonríe depositando el beso.
- por qué querías vernos?- le pregunto llendo al grano.
-por que lo pedí yo deseo que ambas se hagan el tatuaje de la bratva, quiero que todos sepan que están bajo nuestra protección- dice el boss.
Enarco la ceja ante su pedido y miro a mi amiga esperando su respuesta.
-No necesitamos su protección, tu sabes bien que con nuestro ejército es más que suficiente- agrega la rubia.
Sonrió ante la mención de mi ejército, después de Sabrina son los únicos que tienen mi respeto.
- rubia loca, deja la grandeza y hazlo- farfulla Vlad.
Veo como sus hombres se sorprende ante la forma en la que la llamo, son ventajas de que le agrades a Sabrina.
-no queremos tal tatuaje, crío- le digo.
Bufa al ver nuestra negación, su padre se mantiene en silencio analizando todo.
- si aceptan dejaré que me hagas tus ridículos peinados- reitera.
Uy eso sí me gusta, verlo sufrir es mi nueva cosa favorita.
-aceptamos- decimos al uniso.
El sonríe y Sabrina se aleja de el poniéndose a mi lado, el boss nos señala el camino a donde nos harán el famoso tatuaje.
Entramos al cuarto en dónde está el que nos tatuara, Sabrina se sienta siendo ella la primera en acerselo.
Luego de media hora termina con ella y se levanta mostrándome el león en su brazo derecho, me gusta no es ni muy grande ni muy pequeño.Es mi turno me siento en la silla y comienza conmigo, está mierda ni duele, luego de otra media hora termina al fin, el tipo se retira dejándonos solos
-ah que hora sale su vuelo?- nos pregunta el underboss.
-ah la hora que queramos- responde Sabri.
Me siento en un sillón con ellos a mi lado, miro el cabello del rubio y comienzo a peinarlo con los dedos, veo como resopla por qué sabe lo que le espera, como es que no se da cuenta que se ve mas guapo.
- vas a hacerme dormir loca detente- me dice.
Quito mi mano ante lo dicho y luego de unos segundos me toma de la mano llevándola a su cabeza nuevamente.
- malcriando a mi hijo?- pregunta el boss entrando al cuarto.
- si es nuestro pequeño león- le dice Sabri.
El la mira buscando un rastro de mentira en sus palabras, al principio también deseaba matarlo eso cambio en cuanto nos contó lo que le sucedió, Puedo ser una loca despiadada Pero aun tengo una pizca de bondad en mi o eso quiero creer.
Vladimir no solo ganó a dos amigas sino también nuestra protección y cariño.
-acaso crees que mentimos?- indagó.
- cómo puedo creerte ninguna de ustedes es de fiar- dice con altivez.
- no me importa lo que pienses, el pequeño león sabe que no tenemos intenciones de lastimarlo- responde ella.
- no importa lo que haya pasado antes ahora somos aliados, ninguno lo olvidé- habla Vlad.
Sigo con lo mío ignorando al boss, si quiere ganarse mi agrado tendrá que entregarme su tarjeta.
Vlad se recuesta en el sillón dejando su cabeza en mi piernas, Sabrina le hace mimos en su mano y yo en su pelo, veo como cierra los ojos y poco a poco se va quedando dormido.
- somos aliados por ello dejaré de lado todo lo que antes sucedió- suelta el boss.
-si me das tu tarjeta me olvidó de todo- siseo.
Escucho su risa y es mas gruesa que la de Vlad, viendolo bien noto cierto parecido entre ambos.
- nos darás tu tarjeta si o no?- le pregunta la rubia.
Mete su mano en su bolsillo, y saca una américa Express extendiendola a nosotras, sabri la toma guardandola en su bolso.
- ahora eres de mi agradó boss- le digo.
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Sabrina.El viaje a londres fue algo corto cuando aterriza me acomodo al lado de mi amiga, quien sigue durmiendo.
Mi siguiente movimiento es trabajar en la femf solo un pequeño tiempo hasta averiguar más cosas.Pero tengo una condición y es que el ministro se encargue de su hijo quien no deja de joder a mi hermano.
Llegamos al penhause luego de un rato manejando, Sam queda fascinada con la enorme vista a la cuidad, pedimos algo de cenar y comemos en soledad.
Al día siguiente, nos presentamos en la mansión del ministro Morgan, quien nos recibió con una sonrisa amplia.
-Señoritas, es un placer recibirles en mi hogar. He oído grandes cosas sobre sus habilidades y logros-
Nos sentaron en el salón, rodeadas de libros y objetos de arte.
-Ministro, hemos venido a aceptar su oferta de trabajar en la central-dije- Estamos emocionadas de unirnos al equipo y contribuir con nuestros conocimientos y habilidades-
El ministro Morgan se puso de pie, visiblemente complacido.
-Excelente! Ustedes dos serán un activo invaluable para nuestra organización. Sabrina, tu experiencia en bioquímica será fundamental para nuestros proyectos, y Sam, tu habilidad como cirujana será crucial en nuestras misiones-
sonrei pero luego me puse seria, no me interesa sus halagos si no que se encargue de su hijo antes de que lo haga yo.
-Ministro, tengo una condición para aceptar su oferta. Quiero que su hijo, el coronel Morgan, deje de molestar y humillar a mi hermano. Es un asunto personal, pero es importante para mí-
El ministro Morgan frunció el ceño, sorprendido por la petición.
-¿Qué ha pasado exactamente entre mi hijo y su hermano?-
- usted está al tanto de todo ministro, sabe lo que su hijo le hizo pero eso no es relevante si no más bien la manera en la que intenta joder a bratt en todo- suelto.
- hablaré con Christopher, tu no te preocupes Sabrina- sisea.
Emboscó una sonrisa levantandome seguida de mi amiga.
-usted ministro tiene algo que a su hijo le falta y es ser profesional- dice Sam.
Me sorprende que hasta el momento se mantuvo callada.
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Hola!
Aquí les dejo otro capítulo.
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The Blonde goddess
FanfictionAmbas mujeres con aparecía de angeles no eran mas que dos seres infernales.