- Capitulo 64 - Dos almas; un pecado. (I)

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12:20 PM

Ray

Desconecto el teléfono cuando el buzón de voz responde; no sé donde mierda se metió pero necesito que confirme el regalo de Jeff. 

No tengo mucho que hacer hoy, las reuniones se dieron temprano y la ventaja de no tener que encargarme de todo personalmente es amplia, mi trabajo en Luxus se limita; si así se puede llamarse, a supervisar el lanzamiento de mis proyectos y acompañar a la gente que trabaja para mi hasta que puedan hacerlo solos, supervisar es sencillo cuando se inicia bien y se contrata la gente adecuada. 

 Lo otro es mas demandante pero tiene sus temporadas, no se hacen transacciones ilegales de las que yo deba encargarme todos los días, no tengo que pelear por territorio todos los días; y a menos que tenga que encargarme de los negocios personalmente; mi nombre es suficiente para mantener la paz. 

En este momento lo único que me tiene furioso es la maldita desaparición de Gloria justo ahora. 

Respondo a los reportes con las notas correspondientes antes de cerrar la laptop; tengo hambre. 

La cocina está vacía y la imagen de Jeff sentado en uno de los sofás de la sala me hace sonreír; está vestido como si estuviera listo para irse de vacaciones, no recuerdo la última vez que lo vi usar usar pantalones deportivos cortos o camisas sueltas como las que tiene ahora, mantiene la espalda enterrada en el sofá y la mano encima de sus ojos.

—¿El Nitai se va de vacaciones? —

— Necesito unas; esperaré a que Melo despierte y nos iremos al hotel donde será la boda. —

No se mueve y me acerco unos pasos. — Preparame algo para comer... No veo los Zánganos. — Digo apoyando las manos en el espaldar del sofá.

— Te ofrezco un sandwich. —

— Quiero carne, no pan. —

— Sandwich de pollo, entonces... — Hace una pausa extraña antes de mirarme — Dude... Estoy muerto, molido, destruido... Sandwiches o nada. —  Dice levantándose y parece un anciano haciendo ruido mientras se incorpora.

—¿Por qué estás tan cansado? —

— Mi orgullo no me permite dar detalles; pero creo que se me va a caer la verga; anoche me excedí castigando a mi esposa y hoy el castigado fui yo. —

— ¿Estaban follando o peleando?— Pregunto cuando paso la mirada por su cuerpo y los moretones son evidentes, tiene el cuello marcado, tiene los brazos arañados, y demasiados chupones hasta para mi.

— Ambas, creo... ¿Vienes a la playa con nosotros? —

— Tenemos que ir de todas formas; despierta tu loca y pide el transporte, después de hacerme mi sandwich.—

—¿Tu crees que yo soy sirviente tuyo o que?, prepárate para picar los tomates y ponerle mantequilla a tus panes. —


Preparamos los sándwiches en la cocina sin parar de hablar; mi imbécil, no parece demasiado tranquilo, no importa cuanto hable o cuantos chistes haga, la preocupación es palpable, lo veo en sus ojos, en cómo se mueve; en la cantidad de veces que mira hacia el pasillo que conduce a su cuarto y me siento impotente;  sé como quitarle de encima los problemas que tiene pero aun no puedo y no hay nada que pueda hacer respecto a la loca de la que se enamoró o al peligro que corre su hijo.

Come conmigo en la mesa y me levanto a buscar el jugo para ambos. Termino llevando dos cervezas.

— Ya tengo el pecado... Se hará mañana a las 4; después se harán los tatuajes y el ritual de unión no se hará, como no es una mujer que vas a reclamar "esa parte" — hago énfasis en la frase para que no me mal entienda.— no es necesaria, tampoco te lo pediría, las triadas fueron notificadas solo de lo necesario y solo seremos testigos Jannett y yo. —

Eros -BorradorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora