Capítulo Veintiuno.
Klaus se enteró de que Elena está viva y por eso estamos de vuelta en el pueblo, y lo quería comprobar. Estábamos afuera, en los estacionamientos de la escuela. Mi vista se posa en Stefan, que se removía en su lugar, al parecer ya había despertado. Klaus le había roto el cuello.
–Ya estás vivo. –Le dice Rebekah.
–¿Qué pasó? –Pregunta confundido.
–Te golpearon. –Responde la chica. –Mi hermano te ha estado rompiendo el cuello todo el día, está molesto. –Stefan posa su vista en mi.
–¿Cómo te sientes, Sofi? –Le doy una sonrisa ladina.
–Estoy bien, Stefan. –Él asiente.
–¿Por qué volvimos? –Stefan finge que no sabe por qué estamos aquí. La verdad es que, ya no tiene caso, si estamos aquí por alguna razón, es porque sabe que Elena está con vida.
–Ya puedes dejar de fingir. –Contesta Rebekah. –No tardó mucho en saber lo que escondían. –Nos mira a Stefan y a mí.
–Pero, no escondo nada. –El vampiro todavía cree que puede engañar al original. –he hecho todo lo que Klaus me ha dicho. –Se defiende Stefan.
–No, olvidaron mencionar que el Doppelgänger está vivo. –Vuelve a posar su vista en mi.
–¿Tu lo sabias, Sofi? –La miro seria.
–Hice todo lo que estuvo a mi alcance para proteger a mi amiga. –La vampira me mira decepcionada.
–Pensé que éramos amigas. –Me dice con rencor.
–Tu hubieses hecho lo mismo, Bekah. –Trato de que vea el lado bueno, si es que lo hay. –Tú proteges a tu familia ante todo. –Ella vuelve a posar su vista en Stefan.
–¿Dónde está Klaus ahora? –pregunta Stefan, haciéndose el desinteresado.
–Arrancándole la cabeza a esa perra, espero. –Trago en seco. Stefan hace un movimiento con los dedos, supongo que algo hará y me está avisando. A velocidad vampírica se tira contra Rebekah, cayendo del camión. Trato de bajarme cuidadosamente, para no tropezar en el intento y llegar a donde están los vampiros en el suelo.
–¿Dónde está? –Stefan obliga a la original a responder.
–¿De verdad la amas, cierto? –Al parecer Rebekah no tiene buenas experiencias con los hombres. Ahora ella lo acorrala contra el camión. Agarra un fierro y empieza golpear a mi amigo.
–Considérame celosa. –Le dice Rebekah, para luego clavarlo en el abdomen. Ella se va dejándonos solos. Corro hacia el vampiro y le quitó el fierro.
–Gracias, Sofi. –Lo miro preocupada. –Necesito que entres, y veas cómo está Elena. –
–¿Pero y tú? –Pregunto preocupada.
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Dark Phoenix. The Vampire Diaries.
FanfictionEn Mystic Falls, Sophie Forbes era conocida por su cabello rojo como el fuego, un legado familiar cargado de misterio y poder. Con la llegada de unos misteriosos hermanos, descubre que su cabello es más que una herencia: es un indicio de un poder la...