**Capítulo 5: Revelaciones y Decisiones**

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**Capítulo 5: Revelaciones y Decisiones**

El "Claro de Luna" estaba lleno de risas y música mientras el bar comenzaba a cobrar vida. Kara se movía por detrás de la barra, sirviendo tragos y conversando con los clientes, pero su mente estaba en otro lugar. Desde la mañana, una sensación extraña y persistente la había estado inquietando. Se sentía diferente, como si una sombra de preocupación la siguiera a cada paso.

Mientras tanto, Lena estaba en su oficina, revisando documentos y firmando papeles. Su mente estaba ocupada con los asuntos de la empresa y los preparativos para una reunión importante. Sin embargo, su corazón aún palpitaba con la emoción de la mañana anterior, recordando cada palabra y cada momento compartido con Kara.

La puerta se abrió de golpe, y Andrea Rojas, su prometida, entró con una expresión decidida en su rostro.

—Lena, necesito hablar contigo. —Andrea apoyó las manos en la mesa, su mirada intensa—. Hay cosas que no hemos discutido sobre la boda.

Lena suspiró, sintiendo la presión de la conversación. —Claro, Andrea. Pero antes, necesito que me escuches. Las cosas han cambiado para mí.

—¿A qué te refieres? —preguntó Andrea, frunciendo el ceño.

Antes de que Lena pudiera responder, Kara entró en la oficina con una bandeja de tragos. El ambiente cambió cuando vio a Andrea, y sintió una punzada de nervios. Sin embargo, tenía que ser fuerte.

—¿Necesitan algo de beber? —preguntó Kara, intentando sonar casual.

—No, gracias, Kara. —Andrea la miró con desdén—. Solo estamos hablando de temas importantes.

Kara sintió que el aire se le cortaba. —De acuerdo. Solo avísame si necesitan algo. —Se dio la vuelta y salió, intentando mantener la calma, pero su mente seguía dándole vueltas a la misma inquietud: el embarazo.

Mientras servía a los clientes, Kara sintió una oleada de náuseas. Se apoyó en la barra, tratando de controlar su respiración. Tenía que encontrar el momento adecuado para hablar con Alex sobre su estado. Era una conversación que no podía evitar, pero el miedo la paralizaba.

—Kara, ¿estás bien? —preguntó Alex, apareciendo a su lado y notando el pálido rostro de su hermana.

—Sí, solo un poco de mareo. —Kara trató de sonreír, pero su voz sonó temblorosa—. Solo necesito un momento para recuperarme.

Alex la miró con preocupación. —Tal vez deberías ir a casa y descansar. No quiero que te sientas mal en medio del trabajo.

Kara asintió, pero sabía que no podía huir de la realidad. Se tomó un respiro profundo y decidió que iba a hablar con Alex esa noche. No podía esperar más.

Mientras tanto, en la oficina, Andrea y Lena continuaban con su conversación.

—Lena, lo que quiero es que nuestra boda sea perfecta. —Andrea cruzó los brazos, su mirada desafiante—. La familia espera mucho de nosotros, y no podemos defraudarlos.

Lena sintió la presión de las expectativas, pero en su corazón, el eco de su encuentro con Kara resonaba, recordándole que había más en la vida que las apariencias. —Andrea, necesito ser honesta contigo. No estoy segura de que esto sea lo que realmente quiero.

—¿A qué te refieres? —Andrea frunció el ceño, su tono se tornó frío—. ¿Estás dudando de nosotros?

—No es eso. —Lena se sentó, sintiendo que las palabras se acumulaban en su pecho—. Hay algo que ha cambiado en mí. Creo que estoy empezando a darme cuenta de lo que realmente deseo.

Andrea la miró con incredulidad. —¿Y qué es, Lena? ¿Qué es lo que realmente deseas?

—Quiero ser feliz. —Lena sintió que su voz se quiebra—. Quiero ser libre de seguir mi corazón.

Mientras esto sucedía, Kara decidió que era el momento de hablar con Alex. Se acercó a su hermana, que estaba organizando unas bebidas detrás de la barra.

—Alex, ¿podemos hablar un momento? —preguntó Kara, sintiendo que su corazón latía con fuerza.

—Claro, ¿de qué se trata? —Alex la miró con curiosidad, notando la seriedad en su voz.

Kara tomó un respiro profundo, sintiendo que el nudo en su estómago se apretaba aún más. —Es sobre algo importante. Creo que necesito que lo sepas.

Alex la miró fijamente, y la preocupación comenzó a reflejarse en su rostro. —Kara, ¿estás bien? ¿Te sientes mal?

—No, no es eso. —Kara se esforzó por encontrar las palabras—. Creo que estoy embarazada.

El silencio se instaló entre ellas, y Alex se quedó boquiabierta. —¿Embarazada? ¿Estás segura?

Kara asintió, sintiendo cómo las lágrimas comenzaban a acumularse en sus ojos. —Sí, he estado sintiendo cosas extrañas, y... hice una prueba. Salió positiva.

Alex tomó un paso hacia atrás, tratando de procesar la información. —¿Y qué piensas hacer?

—No lo sé. Estoy asustada, Alex. —Kara sintió que su voz temblaba—. No sé cómo se lo voy a decir a Lena, o a Andrea, o cómo enfrentar todo esto.

Mientras tanto, en la oficina, Andrea miraba a Lena con una mezcla de frustración y preocupación. —¿De qué estás hablando? ¿Quieres dejar todo por un capricho?

—No es un capricho, Andrea. —Lena sintió que su voz se alzaba—. Siento que estoy atrapada y que necesito ser sincera conmigo misma.

—No puedo creer que estés haciendo esto ahora. —Andrea se cruzó de brazos, furiosa—. Justo cuando estamos a punto de dar un paso tan importante.

Las palabras de Andrea retumbaban en la mente de Lena, pero también lo hacía el recuerdo de Kara. Necesitaba tomar decisiones y, sobre todo, ser fiel a lo que sentía.

Mientras Kara y Alex continuaban su conversación en el bar, el peso de sus revelaciones pesaba en el aire, y el destino de ambas mujeres estaba a punto de entrelazarse de formas inesperadas. La historia se tornaba más compleja, y cada decisión que tomaran definiría su futuro.

**Título: Un bebé para la CEO** Donde viven las historias. Descúbrelo ahora