"El Dilema del Rencor: Sanar o Perpetuar el Dolor"

monólogo

Jimin
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Verlo lastimado y hecho pedazos me daba una satisfacción que nunca imaginé sentir. Cada uno de sus momentos de sufrimiento me recordaba las veces en que él me hizo daño, como si por fin el universo equilibrara la balanza. Sentí que, de alguna manera, la justicia estaba de mi lado, devolviéndole el dolor que una vez me arrebató la paz.

Sin embargo, y a pesar de todo el mal que me hizo, también me dolió verlo en esa situación. Es una contradicción que me cuesta entender. ¿Cómo es posible que, después de todo el sufrimiento que él me causó, algo dentro de mí aún pueda empatizar con su dolor? ¿Qué dice eso de mí? ¿Acaso me convierte en una mala persona sentir alivio por sus desgracias?

Estas preguntas me atormentan y me hacen replantear muchas cosas. Me pregunto si la venganza, aunque solo sea emocional, realmente trae la paz que buscamos o si, por el contrario, solo nos arrastra más hacia el resentimiento. Me doy cuenta de que desearle el mal a quien me lastimó, aunque sea un reflejo natural del dolor, no es la solución para sanar mis propias heridas.

Dicen que el karma se encarga de poner todo en su lugar, que eventualmente cada uno recibe lo que merece. Tal vez sea cierto, pero he aprendido que no es mi responsabilidad asegurarme de que esa justicia llegue. Mi verdadero desafío está en soltar el rencor y permitir que el tiempo y la vida se encarguen de restablecer el equilibrio. Solo así podré recuperar la paz que hace tiempo me fue arrebatada.

Porque la paz no llega cuando el otro sufre, sino cuando uno deja de sufrir por lo que pasó. Es un camino difícil, lleno de confrontaciones internas, pero necesario para liberarme de un ciclo de dolor que no quiero perpetuar. En lugar de alimentar la oscuridad, elijo concentrarme en sanar, en crecer, y en reconstruir mi vida desde el amor propio y el perdón, no desde la revancha.

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Hayyyy está historia estará buena